Recolonizados estamos

A contra flecha

Por: Vicuña

Llegó el Día de Difuntos, una antigua celebración que llegó con la presencia española en América y que tuvo repercusiones culturales sin precedentes en Hispanoamérica.

Uno de los pasajes más impactantes de Gabriel René Moreno en Los últimos días coloniales del Alto Perú, libro capital de historia boliviana, relata esta celebración y cómo se los desenterraba para llevarlos a oír misa. Hace un par de años se supo de una señora que sacó los restos de sus padres del Cementerio General (en La Paz) para llevarlos, en micro, a la misa de San Francisco.

Retrocediendo en el tiempo, es importante recordar que la visión de los pueblos y naciones andinas, antes de la llegada de los españoles, señalaba que el ser seguía vivo mientras su cuerpo estuviera intacto, por ello los muertos eran guardados en chulpares con ingreso de la luz y alimentos, y en las grandes ocasiones eran sacados en procesiones festivas.

El encontronazo produjo un mestizaje religioso en relación al culto de los muertos, el culto católico se mezcló con la costumbre de brindar comida y bebida a los cuerpos de los muertos para que estos siguen viviendo.

Entonces hacemos altares con t’anta wawas (muñecos de pan) escaleras para ir al cielo, agua para la sed, dulces para el gusto y, de contado, la comida que más le gustaba al difunto.

¡Llegó la nueva colonización¡ aunque a algunos no nos guste, llegaron los gringos con sus usos y costumbres que en realidad es un fenomenal carnaval de disfraces relacionados con brujas, vampiros, zombies y otros. Esta colonización llegó para quedarse un buen tiempo porque el agente colonizador es el poderoso caballero don dinero, por un lado los supermercados, restoranes, hamburgueserías (de acá y de allá) y otros locales tiene un día fenomenal de venta de diversiones; por otro, los comerciantes minoristas y vendedores ambulantes, tienen otro día de venta de chucherías de uso efímero, todos relacionados con los disfraces de este carnaval.

Entonces pongamos las cosas en su lugar, primero, el día 31, que no tiene que ver con los muertos, vayamos o veamos pasar el carnaval gringo, al día siguiente a medio día, honremos a las almas de nuestros amados difuntos como nuestros usos y costumbres mandan.

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