ERBOL
El exsenador del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), Antonio Peredo, quien falleció el pasado sábado víctima de un ataque cardiaco, en su último artículo publicado por el matutino Página Siete afirma que el gobierno atraviesa una crisis de desarrollo, que como todas las crisis, tiene una salida positiva y muchas negativas.
A criterio de Peredo una sola es la salida favorable a la crisis que enfrenta la administración del presidente Evo Morales: la rectificación del andar gubernamental y el retorno al proceso de cambio.
"Para hacerlo, son necesarias dos tareas que deben darse, seguramente, al mismo tiempo: consolidación de los logros obtenidos en la primera etapa y avance programado en la creación del empleo digno", se lee en el artículo.
Esta es la mejor forma de redistribuir la riqueza, indica Peredo, puesto que con los favorables precios internacionales de nuestros recursos los ingresos aumentaron en gran proporción. Empero, éstos siguen concentrándose en manos de la misma élite empresarial beneficiada por el neoliberalismo.
A criterio del exlegislador masista, la creación del empleo digno no se da en los espacios del Estado, ni en los servicios; sólo puede darse en la producción. La agricultura, la ganadería y la industria son los rubros en los que urge el empleo permanente' por supuesto, hay que apuntar a una agricultura que beneficie al campesino que ahora se empobrece porque regala su fuerza de trabajo, vendiendo su producto a precios bajos.
"O el caso de un ganadero que vende en 200 dólares un eral destinado al matadero. Lo mismo que la maquila que se practica en las zonas francas, donde el obrero es pagado con salarios miserables para cumplir con el beneficio de los empresarios transnacionales".
Para Peredo soberanía alimentaria es el sustento de esta política. Una vez lograda ésta seremos dueños de las exportaciones y podremos darle valor agregado. ¿Por qué? Porque nuestra estructura económica actual sigue siendo la misma de la Colonia: consumimos lo que se produce en la metrópolis y pagamos con nuestros recursos no industrializados.
Hasta hace 200 años, ese esquema lo determinaba una Ordenanza Real, hoy lo determina la realidad que crearon las clases dominantes del país.
En cambio, afirmó, estamos amenazados por la incursión cada vez más evidente del narcotráfico internacional que, aunque aún no se ha instalado institucionalmente y no es determinante en la economía, es un peligro inminente.
No sería extraño que una parte de la conflictividad que vivimos se apoye en el narcotráfico. Por el momento no hay pruebas que sostengan ese extremo.
"Atravesamos una crisis que podríamos calificar como la más grave en la historia de este Gobierno. Es muy fácil decir que concluyó el proceso de cambio o, más bien, que se acabó la ilusión de avanzar en ese proceso. De ese modo, nos desligamos de toda responsabilidad, aunque más no sea la de haber votado a favor del mismo, asumiendo una posición crítica que puede satisfacernos, pero no contribuye a ninguna solución", agrega la publicación.
Lo cierto es que el proceso de cambio tiene posibilidades de salir de esta crisis y fortalecerse. Para ello, cada uno de nosotros debe ser responsable, sentir que tiene un papel que cumplir, argumenta Peredo.
"La organización, la formación de una estructura política orientadora, la toma de decisiones que viabilicen instituciones del Estado Plurinacional es una ardua tarea que está por delante. Nadie dijo que este proceso transitaba una carretera asfaltada", concluye el artículo de Antonio Peredo publicado el 13 de mayo de este año.
La Paz, 4 junio 2012.