Editorial de Aquí 320
Frente a la defensiva de políticos sigue la ofensiva de masistas
Los bloqueos de caminos y de calles (en El Alto) ejecutados por masistas y sus aliados con los que exigen elecciones el 6 de septiembre y la renuncia de la Presidenta interina configuran una lucha política y electoral que sigue en ascenso, ante un comportamiento defensivo de los gobernantes interinos y de los candidatos y dirigentes de partidos de todos los pelajes.
Se trata de un quehacer político y electoral propuesto, organizado, financiado y dirigido por los masistas, aunque éstos nieguen ser los autores intelectuales y materiales de tal movimiento.
Ese movimiento apunta hacia la toma o retoma del poder político por el camino electoral o mediante acciones de una parte de los movimientos sociales, con los bloqueos como la principal forma de lucha, en medio de la campaña anticoronavirus.
Los bloqueos de caminos y de calles de los masistas y/o de operadores a su servicio logran ya una parte de sus objetivos: dificultan e impiden la libre circulación de insumos médicos —sobre todo de oxígeno medicinal—, remedios, ropa de bioseguridad, combustibles, mercancías exportables y alimentos.
Hasta el cierre de esta edición, no menos de 30 pacientes murieron por falta de oxígeno medicinal porque ese elemento vital para terapia intensiva tarda en llegar o no llega a los hospitales debido a los bloqueos, a pesar de que los dirigentes de aquella medida de fuerza aseguran que los bloqueadores permiten el tránsito de oxígeno medicinal, remedios y ropa de bioseguridad para asistir a los enfermos con el virus mortal y para otros enfermos.
Los bloqueadores que impiden el tránsito culpan a los gobernantes del accionar del que ellos son responsables.
Los masistas niegan su autoría de los bloqueos, explicación que utilizarían como coartada en procesos que se tramitan contra los supuestos autores de los bloqueos.
Dentro de procesos criminales, abogados diversos instruyen a sus clientes que nieguen la autoría de hechos criminales aunque sean los actores de aquellas acciones denunciadas.
Los bloqueos y sus exigencias son también parte de la propaganda política y electoral de los masistas: para reafirmarse ellos antes que otros de sus simpatizantes y de sus amigos.
Esa propaganda contiene mentiras, como que es mentira que los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) cambiaron la fecha de las elecciones sin respaldo en la Constitución Política.
Las últimas semanas los masistas ocupan el campo político boliviano sin competidores al frente
Esa ofensiva política y electoral concede ventajas a los que gobernaron Bolivia 14 años.
En el campo de la política (incluida la actividad electoral), el comportamiento sobre todo o sólo defensivo es una vía que conduce a la derrota sin atenuantes.
En el último tiempo, la iniciativa política casi siempre la toman los masistas, otro elemento que no deben menospreciar los que de veras buscan protagonizar la lucha por el poder político.
Lucha por el poder que es una faceta de la lucha de clases sociales. Ésta es política, ideológica, económica y cultural de las que participan por acción o por omisión los miembros de la sociedad boliviana incluso sin advertirlo.
En un ejercicio más nominal que real, los de Juntos y su candidata dirigen la campaña anticoronavirus y con la consigna que difunden a cada rato de que ellos como ninguno defienden la salud y la vida de los bolivianos, y ellos mismos creen que emprenden una campaña electoral eficiente y eficaz. Si esa dirección en la campaña antipandemia fuera exitosa podría ganar votos para la Presidenta y candidata.
Sin embargo, nosotros nos animamos a decir que el conjunto de las acciones de los gobernantes interinos, en mucho son una campaña electoral en contra.
No obstante, la represión de los gobernantes a los narcotraficantes se podría anotar como un aspecto rescatable de los inquilinos transitorios del Palacio Quemado que afecta a los socios y aliados: cocaleros del Chapare y narcotraficantes.
Los gobernantes interinos con su actitud defensiva parece que esperaran que los bloqueadores suspendan su medida de fuerza o que gestiones de organizaciones y autoridades regionales consigan el fin de los bloqueos con la “fuerza del diálogo” que se aguarda.
Además, los gobernantes que buscan votos para Áñez evitan el uso de la fuerza establecida en las leyes para mostrarse como no son: respetuosos de la protesta social y del ejercicio de la política, después de la que despliegan ellos con miras electorales.
Luis Fernando Camacho propone nueva convocatoria a elecciones probablemente para buscar una candidatura de los grupos económicos especialmente de Santa Cruz y él con preferencia.
Comunidad Ciudadana (CC) y su candidato Carlos D. Mesa Gisbert no se muestran como actores de la política a tiempo completo, al extremo de que éstos se callan en momentos escabrosos de la política, ante los cuales parece que se declaran en cuarto intermedio.
CC propuso antes que nadie un diálogo nacional en pos de acuerdos sobre la pandemia, la crisis económica y las elecciones. Empero, aparentemente CC nada hizo para consultar y comprometer a los convocados. Estos postulantes a gobernar Bolivia dejan de concurrir a un encuentro convocado por la Presidente interina, una grave omisión digna de ser enmendada.
Así, por omisión, CC está a la defensiva respecto de la ofensiva masista.
En cambio, los masistas ganan aunque sólo sea al conseguir que su masa electoral se ponga en movimiento. Sin embargo, Arce-Choquehuanca quizá pierdan los votos de quienes tienen claro que niños y enfermos murieron porque les faltó el oxígeno medicinal retenido por los bloqueadores masistas.
Los oficialistas no podrán recuperar cuanto perdieron o no sumarán nada de aquello que esperaban capitalizar.
Camacho tal vez sume respaldo en Santa Cruz si consigue desbloquear caminos con golpes de mano, por los que se nota que tiene predilección dados sus antecedentes, incluidos los familiares: José Luis Camacho, su padre, fue banzerista y paramilitar que comandó grupos de choque en la universidad pública cruceña, el mismo que, según su hijo, habló con militares, octubre y noviembre pasados, para que éstos ayuden a los alzados contra el régimen autoritario de Morales.
La lucha política y electoral son comparables con una partida o con partidas de ajedrez.
El campeón mundial de este deporte Petrosian dejó como enseñanza que en una partida del deporte ciencia incluso al que le toca jugar con las piezas negras debe atacar desde el primer movimiento o pasar a la ofensiva porque la defensiva en ajedrez es la muerte, como en la política, agregamos.