editorial
El Presidente indígena ha sido secuestrado, estados europeos atentan contra la vida del Presidente boliviano, la vida del hermano Evo ha sido puesta en riesgo por cuatro gobiernos europeos, ofensa europea el Presidente del Estado plurinacional y en contra del pueblo boliviano, cuatro países europeos le han prohibido al Presidente boliviano usar “su” cielo aéreo, venganza de la OTAN contra Evo Morales, prohibición del uso del cielo aéreo es la decadencia del imperio, los yanquis han obligado al presidente Morales a permanecer durante 15 horas en el aeropuerto de Viena (Austria), se violan tratados internacionales sobre la aeronavegación en perjuicio del presidente Evo… “Humillación”, “falta de respeto”, “delito” denominan al ultraje… Esas y otras afirmaciones se siguen difundiendo, las que son variaciones interpretativas del mismo incidente que enfrentó el Presidente de Bolivia en aquel país, con España, Francia, Portugal e Italia (todos de raíz latina) porque el gobierno de EE.UU. sospechó que en el avión presidencial de nuestro país viajaba desde Moscú (capital de Rusia), hacia La Paz-Bolivia, el ex consultor y ex agente de la CIA Joseph Edward Snowden, asediado internacionalmente por el gobierno de Estados Unidos y por los estados que ejecutan dictados suyos.
En Bolivia se condenó y condena el atropello contra el presidente Juan Evo Morales Ayma y se tiene cada vez más claro que esa ofensa fue impuesta por el gobierno de Obama. Fue una actitud propia de los imperialistas, una acción de los que violentan tratados y la legalidad internacional cuando toman represalias contra un ex agente de la CIA que informó sobre el espionaje yanqui, incluso respecto de gobiernos a los que consideran amigos y/o aliados.
El desmedido atropello sólo es nuevo en la forma, en esencia eso hacen ahora los imperialistas en los países árabes, por ejemplo. Y lo que no hacen directamente los yanquis, ejecutan gobiernos sionistas de Israel.
Sobre la requisa del avión presidencial boliviano, sin embargo, hay dudas porque mientras el presidente Morales dijo que ni siquiera un Embajador español, que le pidió tomar café dentro de la nave, consiguió ingresar a ésta, con soberanía boliviana; un Ministro del gobierno austriaco señaló que un agente suyo, en una revisión, estableció que no estaba allí el señor Snowden y que por tanto se trató sólo de un falso rumor la sospecha la de los funcionarios del gobierno estadounidense.
Se sabe, asimismo, que los gobernantes austriacos revisaron los pasaportes de la tripulación y de los pasajeros del avión presidencial boliviano y que así establecieron que todos los pasajeros eran bolivianos.
Si hubo la revisión del avión presidencial boliviano, el gobierno austriaco violó la soberanía de nuestro país, con permiso o con la tolerancia o al menos del presidente Morales. Éste, por tanto, debe ser el principal interesado en que se esclarezca la duda que tenemos los bolivianos que no perdemos la cabeza ante el ultraje que él sufrió en Europa.
Es necesario precisar que, antes que de nuestros pueblos, el inmediato rechazo fue a la ofensa y de pronta solidaridad, con el Presidente de Bolivia, de los gobiernos el ALBA. Gesto que también fue de los gobiernos de Argentina y Brasil.
Sin embargo, luego de la pose teatral del Vicepresidente de Bolivia, junto con ministros y asambleístas, al denunciar el ultraje al presidente Morales, el mismo funcionario ha dicho que Obama es el nuevo jefe de la campaña electoral del primer mandatario boliviano el que, con cada uno de sus movimientos, nos avisa que está en campaña electoral.
El Canciller boliviano, el único indígena aymara del actual gobierno ha ido más allá del Vicepresidente. Según el diario Cambio (LP-5-07-13) del gobierno y del Estado boliviano, la cara originaria del gobierno ha dicho, citamos: “…con fuerza ratificamos al Presidente el 2014, superando el apoyo que le dinos y también le ratificamos el 2020, el 2025, y más porque el proceso de cambio no puede pararse”.
Voceros de los movimientos sociales, cautivos del gobierno, han dicho que “arrasarán” en las elecciones de 2014 o que éstas las ganarán holgadamente (antes y después del incidente del avión presidencial). Además han dicho, en diferentes tonos, que la ofensa propinada al presidente Morales lo ha fortalecido a éste antes que debilitarlo. Esencialmente esto último “argumentó” el vicepresidente García Linera.
Nosotros vemos que el ultraje al jefe del gobierno boliviano acrecienta la fuerza electoral que apoya a Evo Morales y a sus incondicionales. Esa ofensa, asimismo, moviliza, reúne, organiza, une y les lleva a crear alguna conciencia de que tienen que reproducir su poder, aunque su candidato sería reelegido por tercera vez y en contra del punto dos de las medidas transitorias de la Constitución Política del Estado.
El balance que probablemente hacen los gobernantes quizá los convenza de que, del ultraje al Presidente, es mucho más lo que ganan o acumulan en materia política y electoral y, lo que pierden, en mucho menos.
Para los editores y redactores de este semanario virtual, Aquí, en este tiempo lo mejor que le sucede al Presidente es que lo conviertan en víctima porque en ejercicio de ese papel siempre ganó en este tiempo de su gobierno.
Evo Morales es el que suma apoyo electoral y respaldo político dentro y fuera de Bolivia. Pero lo que no se advierte es hasta cuándo y en qué medida. Trataremos de leer la realidad política y electoral para Evo Morales a costa, es cierto, del ultraje recibido.
Los gobernantes y en especial Juan Evo Morales Ayma mantendrán su protesta ante el ultraje de gobiernos europeos por imposición yanqui. Están en campaña de rechazo al ultraje porque constatan que así ganan política y electoralmente, dentro del país y fuera.
Nosotros, además, postulamos una discusión extensa por sus alcances y profunda por su contenido sobre cuestiones fundamentales, como el antiimperialismo del presidente Morales y de su gobierno.
Para esta publicación virtual el antiimperialismo del Presidente, sobre todo, es declarativo. Consideramos que ese antiimperialismo será verdadero, se materializará, cuando se afecten los intereses de empresas transnacionales, como la minera que opera en San Cristóbal, porque además la palabra de Evo Morales que esperaba socios y no patrones adquiere cuerpo con los contratos que asocian, para operaciones mineras, al Estado boliviano y a la empresa transnacional Sinchi Waira, en minas Bolívar y Porco. No debemos perder de vista, además, que entendidos en materia minera creen que los capitales que se invierten en esos dos centros mineros del Estado y sólo arrendados a particulares, siguen siendo de Gonzalo Sánchez de Lozada.
En ese cauce, Evo Morales ha celebrado un acuerdo con los banqueros que ganan cada año más durante el actual gobierno y, al mismo tiempo, el Presidente ordenó que no se aumente ni un centavo a las rentas de los jubilados.
El Presidente, asimismo y a manos llenas, favorece a los medianos propietarios, en alianza con empresarios criollos. Lo demuestran: las dos últimas transferencias de parajes mineros, colas y desmontes de Catav-Siglo XX, a empresarios con nombre de cooperativistas; a ello se añade el arriendo, de las que fueron pertenencias mineras recuperadas del empresario Kyllman, a la Cooperativa Cerro Negro. Esos ejemplos presentan en cuerpo y alma a Evo Morales.
Ante lo dicho por David Choquehuanca tenemos que redoblar la vigilancia del pueblo: los masistas, en la cabalgadura facilitada por los yanquis, sueñan con prorrogar el mandato del actual gobierno hasta el bicentenario de la fundación de Bolivia y más.
El tamaño de la ofensa a Morales acrecienta las aspiraciones gubernamentales de los seguidores suyos.