Los gobernantes empezaron la consulta en el TIPNIS para imponer la construcción del camino Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el corazón de la reserva natural y del territorio indígena. Consulta posterior, desinformada y de mala fe que deja a un lado la sentencia aprobada por el Tribunal Constitucional la que dispone que antes de esa consulta se debió establecer un acuerdo entre los dueños de la tierra comunitaria de origen (TCO) con los gobernantes. TCO que, además, es de propiedad colectiva de la Subcentral del TIPNIS. Consulta que debe hacerse a los corregidores, autoridades originarias, que deben decidir en un encuentro, cuando se trata de una consulta previa, bien informada y de buena fe (como no es la ejecutan los gobernantes ahora en el TIPNIS). Consulta que, además, debe realizarse según los usos y costumbres de los pueblos que habitan esa reserva y ese territorio, y sin la intervención ni del gobierno ni del Estado.
El Órgano Supremo Electoral (ex Corte Nacional Electoral), por ejemplo, no es un organismo de los pueblos indígenas y la consulta no es una elección por lo que ese organismo nada tiene que hacer en el TIPNIS, en este momento.
Los miembros de la Armada Boliviana, que emprenden allí la acción cívica con la pretensión de ganar la mente y el corazón de los comunarios, son una presencia que provoca miedo, especialmente entre los niños habituados a la tranquilidad del bosque, a la que tienen derecho.
Los operadores políticos, que hacen de avanzada para las visitas del Presidente, son los que realizan propaganda en favor del camino de la discordia, son los que distribuyen regalos a los indígenas por encargo presidencial, con los que pretenden torcer la voluntad de esos hermanos; práctica que es también la de partidos políticos de dudosa vocación de servicio, en tiempos electorales, ocasión en la que prometen obras que raras veces ejecutan.
Algunos de los dirigentes indígenas que sirven ahora al gobierno facilitan la consulta tramposa que daña a sus pueblos. Cumplen esa labor, que los degrada y por la que ojalá les quede cargos de conciencia, porque se los "convence", entre otras cosas, con el riesgo de un golpe de estado, el que ha sido inventado por políticos sin decoro con el propósito de generar apoyo al Presidente o para que éste recupere el respaldo que pierde.
Sabemos que el Presidente instruyó, a los funcionarios a su servicio, que realicen la consulta con miras a la construcción del camino "quieran o no quieran los indígenas". Ahora constatamos que esa instrucción presidencial se ejecuta sin tomar en cuenta los verdaderos intereses indígenas, regionales, populares y plurinacionales.
El comportamiento de los gobernantes que hemos resumido viola la legalidad boliviana y los convenios internacionales refrendados como leyes de nuestro país. Ante esa realidad que lamentamos, los gobernantes deben tomar en cuenta lo que se lee en el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fragmento que citamos: "Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;"
La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz (APDHLP) considera que, aunque parezca tarde, todavía hay tiempo para conseguir un acuerdo entre indígenas del TIPNIS y el gobierno para que el camino, que tanto nos divide, no se construya por medio de la reserva natural y del territorio indígena, como dispone la Ley 180. Hábitat por el que los indígenas están dispuestos a morir, por lo que reclaman respeto al derecho de vivir en él.
La Paz, 31 de agosto de 2012.
Directorio de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz