Bautizos de bienvenida y rituales de aceptación

Crítica

Ni el CEUB ni la ANUP tienen normas para regular los bautizos

Wendy Pinto

(AquíCom 26-03-14) Los bautizos de bienvenida para estudiantes nuevos son realizados desde siempre. El problema radica en el consumo de bebidas alcohólicas. Ni el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) ni la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP) pueden regular esa actividad de esparcimiento.

Frente al deceso de un estudiante de la Univalle y a otro joven ajeno a los universitarios que asistieron a la misma fiesta, se indaga sobre normas existentes que regulen el bautizo de los nuevos estudiantes de las universidades.

El CEUB y la ANUP sostienen que cada universidad tiene su propio estatuto o normas bajo las que se rigen. Lo que diferencia a la ANUP y al CEUB es que las casas de estudio “coordinadas” por la última autorizan el uso de sus predios para realizar los bautizos.

En un principio los bautizos eran considerados como una manera de dar la bienvenida a los universitarios. Ahora, son considerados como rituales de aceptación de los últimos. Los estudiantes de las universidades públicas saben que es una experiencia inolvidable. Haber estudiado tanto para ingresar a la carrera que anhelaba, merece una celebración.

Los bautizos de la actualidad son desmedidos, no prevalecen en ellos los derechos humanos. Los nuevos reciben órdenes, en esas fiestas, como en un cuartel. A cualquier equivocación reciben castigo físico o bebidas alcohólicas (¿en exceso?).

Las carreras se disputan el título de ser las que tienen un bautizo más cruel porque implica un status social, indica que mientras más rudo sea el bautizo, más buena es la carrera.

Ya no es un bautizo de bienvenida, más bien son rituales de aceptación a golpes y a obedecer órdenes con el objeto de dañarlos. ¿Valdrá la pena el sufrimiento? (AquíCom 26-03-14).

Bautizos universitarios, embriaguez consentida

Columna

Todas las carreras de las facultades de la UMSA tienen su bautizo y el alcohol es imprescindible

Wendy Pinto

(AquíCom 24-03-14) Aunque la cantidad sea mínima alcohol es alcohol y en los bautizos los estudiantes nuevos deben beber como parte del ritual de aceptación de los universitarios que se encuentran en niveles superiores.

Esas actividades de “confraternización” se han ido transformando con el tiempo. En un principio se trataba de un recibimiento inocente a los nuevos a través de juegos, obstáculos considerados difíciles que tenían que enfrentar para demostrar el amor a su carrera.

No obstante, ahora se convirtieron en rituales de aceptación con embriaguez consentida debido a que todos fomentan el consumo de bebidas alcohólicas. La recomendación de los profesores es que no se excedan con el consumo de esas bebidas.

Los ayudantes, los centros de estudiantes y los compañeros de carrera de semestre o año superior son quienes organizan los bautizos. Algunos ven esa ocasión como una oportunidad de “vengarse” por lo que vivió el año pasado cuando fueron bautizados. Los verdugos se cubren la cara con caretas o pintura y la mayoría toma “valor” para realizar el proceso como se debe.

Los nuevos tienen miedo de bautizarse debido a los golpes que recibirán, la “piscina” por donde nadarán y los brebajes que ingerirán. Son varios abusos que se cometen al cumplir con este proceso: rompen prendas de vestir, cortan cabellos, causan heridas o hematomas y, también, los intoxican.

 La UMSA es una de las universidades con mayor recorrido en todos los sentidos, iniciadora de la Entrada Folklórica Universitaria y de los bautizos. Las demás instituciones privadas al imitar esas acciones llegaron más lejos, alcanzaron la muerte.

Lo peor es que los padres, los mismos universitarios, docentes y demás personas consienten ese tipo de acciones. Su argumento, “que se divierta, es su primera vez, sólo una vez se bautiza, tanto que estudia o sólo va a ser hoy no más”.

La diferencia entre la UMSA y las instituciones privadas los bautizos se los hacen dentro de la universidad, por lo que se puede encontrar culpables. Pero las universidades privadas se libran de esa responsabilidad, pero tampoco prohíben esa acción (AquíCom 24-03-14).