Crónica
Se confirmó el deceso de dos universitarios de la Universidad del Valle tras una fiesta de bautizo
Wendy Pinto
(AquíCom 24-03-14) Chupivalle se denominó a la fiesta que se organizó el pasado fin de semana para celebrar el ingreso de nuevos estudiantes en la Universidad del Valle. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas cobró la vida de dos jóvenes de 22 y 31 años de edad.
El lamento de los padres al entender que su hijo menor falleció se manifestó en varias lágrimas. Una hermana, que por cómplice dejó ir a su hermano a una fiesta, ahora tiene un sentimiento de culpa. Son familias diferentes, pero el dolor intenso es el mismo.
La emoción de ingresar a la universidad, sea privada o pública, repercute en acciones diferentes y novedosas para los estudiantes de primer grado. La primera fiesta de la “U”, sentir los efectos del estado etílico o irse de viaje con los compañeros universitarios sin control de la familia, son actividades que tarde o temprano se ejecutan con o sin consentimiento de uno mismo.
No es novedad saber que en los bautizos universitarios se ingieren una cantidad desmedida e indiscriminada de bebidas alcohólicas, pero hay que alarmarse cuando se desconoce si ésas están adulteradas. Hubo un caso en Colombia, en un colegio secundario, cuando dos alumnos de la promoción mezclaron alcohol industrial en la bebida de todos como parte de una travesura. Jamás imaginaron que los que tomaron esa mezcla quedarían intoxicados o ciegos.
Algo parecido sucedió en la Univalle. Según el padre del fallecido, Ariel Moya, cuando llegó para recoger a su hijo a las 3.00 de la mañana del domingo, encontró a varios jóvenes inconscientes en el piso del local La Casa de Piedra. Contó que levantó a chicos que iban vestidos como su hijo. Cuando encontró a Ariel estaba inconsciente, lo llevó a casa y no respondía, acudió al Hospital de Clínicas y no lo atendieron, lo trasladó a la clínica AMID e ingresó en terapia intensiva con un cuadro de intoxicación severa, poco después falleció.
Daniel Zeballos fue a la fiesta, su hermana lo encubrió porque no deseaba dar una molestia a sus padres. El joven disfrutó de la fiesta, bailó y bebió, finalmente, salió de la Casa de Piedra, subió una cuesta, resbaló y cayó, se golpeó la cabeza y falleció. No lo identificaron hasta hoy, lo reconocieron por el tatuaje que tenía en el antebrazo derecho.
La fiesta fue organizada por Joda Sur, un grupo de internautas que se los encuentra en Facebook, no tienen licencia de funcionamiento ni personería jurídica.
La Univalle deslinda responsabilidad en el hecho, lo mismo que Jodasur. Los familiares no saben a dónde acudir, la madre de Ariel pide a la juventud no embriagarse hasta morir, porque podrían acabar como su hijo (AquíCom 24-03-14).