Los cierre de campaña y el suplicio de retornar a casa

Pisando tierra

Marcela Barrios

(AquíCom MTBB/13/10/2014). Luego de semanas y meses de la campaña electoral que realizaron los diferentes partidos políticos, a través de los medios masivos de comunicación, mediante afiches,  gigantografías y de caminatas o concentraciones en diferentes calles de La Paz, llegaron los cierres de campaña. Los mismos implicaron “grandes”, en algunos casos,  concentraciones de militantes para ratificar su apoyo al partido político y candidatos.

Los partidos de la oposición, Unidad Democrática (UD) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), realizaron concentraciones en el centro de La Paz, donde no faltaron los discursos y la participación de grupos de música; mientras que el Movimiento Sin Miedo (MSM) efectuó una caminata y el partido verde efectuó una concentración en una plaza de La Paz.

A su turno, el partido en función de gobierno Movimiento Al Socialismo (MAS) concentró el miércoles 8 de este mes a sus militantes en inmediaciones del Puente de la Ceja, donde hace siete años —el 20 de julio de 2007— se efectuó el cabildo de los dos millones en defensa de la sede de gobierno. Para ello, se benefició del apoyo del Gobierno Municipal de El Alto, ya que autorizó el cierre de este puente desde el martes 7 de este octubre, un día antes de este evento, para que se arme un escenario.

Ello provocó congestionamiento y caos vehicular, principalmente, en horas pico ya que los vehículos de servicio público de las zonas del sector norte tuvieron que ir hasta la avenida Kilómetro 7 —que va al aeropuerto— para luego dirigirse a las otras zonas alteñas y después  hacia la autopista rumbo a La Paz.

El miércoles ocurrió lo mismo porque el acceso al puente seguía cerrado. Desde las primeras horas, las calles de la Ceja ya estaban loteadas por los comerciantes, quienes ya habían dejado sus enseres para vender sus productos. Se podía observar, mesas, sillas, parrillas y cajas de gaseosas.

Tras la concentración y cierre de campaña, los vecinos de El Alto que, necesariamente, debemos movilizarnos entre ambas ciudades y que vivimos en El Alto, tuvimos que enfrentarnos al reto de conseguir transporte público para llegar hasta la Ceja. Un desafío complicado, pues, pocos minibuses estaban prestando el servicio.

Una vez que algunos pasajeros logramos subir a un minibús o bus, cuando todo parecía tranquilo y que llegaríamos sin problemas a nuestro destino, en media autopista nos encontramos con un primer escollo. Se presentó un congestionamiento vehicular, pues varios de los automotores se detuvieron para doblar a la izquierda y pasar al carril de bajada. Su intención fue subir a la Ceja en contra ruta y por el tercer carril. Mientras tanto, el resto de los vehículos continuó por el carril de subida.

Ya al llegar, a inmediaciones de Munaypata, nos encontramos con una larga fila de vehículos que avanzaban a paso de tortuga. ¿Cuál la razón?. Resulta que varios de los minibuses decidieron dar vuelta en el mismo carril de subida, para bajar hacia La Paz, provocando con ello, un encuentro frente a frente con aquellos que subían.

En ninguna de estas situaciones se observó a efectivos del Organismo Operativo de Tránsito. Mientras unos bajaban, otros conductores que cumplían su ruta tuvieron que arreglárselas para continuar su recorrido.

Poco a poco, este problema fue superado y los minibuses que cumplían su recorrido lograron llegar a la “última pasarela”, cercana al Peaje de la Autopista, donde se registraba otro congestionamiento. Por ello, los pasajeros decidieron bajar y caminar para llegar hasta la Ceja. Tras esa caminata y tras haber pasado el peaje, los pasajeros nos percatamos de las razonas por las que ese sector estaba congestionado.

Los vendedores de alimentos seguían en el lado derecho del sector. Los diversos alimentos seguían sobre las mesas para continuar la venta, además las sillas continuaban acomodadas a la espera de los comensales. En medio de los gritos anunciando el menú, bocinas de los vehículos, el humo de las carnes y chorizos a la parrilla…, la gente caminaba hacia la Ceja.

En el sector conocido como “El desvío”, que conduce a la avenida Juan Pablo II, los vehículos en una sola fila intentaban llegar a esa avenida. Se abrían paso entre los comerciantes que seguían en el lugar ocupando un carril, entre la gente que caminaba apresurada para ir a sus casas, entre los militantes que seguían en su fiesta que bailaban en plena avenida, reunidos en grupos y en estado de ebriedad, entre las decenas de carpas que con música a todo volumen seguían con la venta de bebidas alcohólicas y entre aquéllos que procedían como si ese sector fuera un urinario al aire libre.

Mientras tanto, los pocos agentes de tránsito sólo atinaban a señalar el camino a los vehículos y otros casos, prefirieron conversar con el compañero, mirando de palco lo que está sucediendo.

Otra vez de la mano de la suerte, algunos de los transeúntes logramos encontrar transporte público para que por lo menos nos acercara a nuestras casas. En el recorrido se presentaron algunos problemas de congestionamiento en el sector de la Cruz Papal, toda vez que allí confluyeron los vehículos del servicio interno —que toman otras calles alternas— provenían de la avenida 6 de Marzo. También estaban los minibuses y buses que llegaban desde la autopista y los que salían de la zona 16 de Julio.

A medida que el recorrido continuaba, el trayecto se hizo más fluido. No había el congestionamiento habitual en las esquinas donde hay semáforos. Aspecto que reflejó la poca cantidad de vehículos que estaban trabajando.

Y por fin, después de dos horas y media de viaje, una parte de los vecinos logramos llegar a nuestras casas y esperamos no vivir más ese tipo de incidentes y problemas que atentan contra nuestro derecho de movilizarnos.

Pero la campaña política será retomada en poco tiempo, ya que en marzo se deben efectuar las elecciones municipales y departamentales. Ojalá que en esa oportunidad, los cierres de campaña se realicen en otros lugares, en sectores donde el perjuicio sea menor, porque cualquier evento de ese tipo, siempre perjudica a las “otras personas” (AquíCom MTBB/13/120/2014).