“Dicen que el diccionario es un mataburros, pero hasta ahora no ha matado a nadie…Los profesores fingen enseñar y los alumnos fingen aprender”, afirma Jaime Iturri Salmón

(AquíCom 30-09-14) Para Jaime Iturri, el hábito de la lectura es muy importante, tanto en el desenvolvimiento académico, como en lo personal para la sociedad; ya que al leer podemos encontrar la forma de comprender a los que nos rodean, de esa manera adoptar una
estabilidad moral más tolerante con nuestro entorno social.
M: ¿Quiénes deberían ser los que impulsen a los niños, adolescentes,
jóvenes a la lectura?
J: Los padres, los profesores en los colegios, los docentes en la Universidad.
M: ¿Qué causas cree que ocasionan la falta de hábito de la lectura?
J: Lo poco prestigioso que es leer, es más prestigioso para la sociedad jugar al fútbol que leer, tenemos invertidos los valores y consideramos que estudiar es ser un "nerd" (persona muy aplicada
académicamente, con habilidades sociales limitadas), en cambio "chacharse" es ser un "pendejo", y es al revés ¡no!, el que estudia tendrá mejor futuro que el que no estudia.
Por otra parte, hay poco trabajo de los propios padres sobre la lectura, es decir, mucha gente me pregunta: ¿Qué puedo hacer para que mi hijo lea?, yo le digo: "Pues lea usted, los niños hacen lo que los padres hacen", pero si el padre no lee entonces el hijo no va a leer, y la poca exigencia que existe en la propia universidad. Yo he estudiado en lugares donde se leía un libro por día; en la carrera de literatura de la UMSA se leen cinco libros a la semana porque son cinco materias y en cada materia tienes que leer un libro, y pues para eso entraste ¡no!, aquí se considera que leer libros es una cosa terrible, "qué cagada, me han dado para leer, tengo que leer", y entonces los profesores fingen enseñar y los alumnos fingen aprender, por eso leen poco.
M: ¿Es posible que se reemplace un mal hábito con el hábito de la lectura, cree usted posible eso en la sociedad actualmente?
J: No, creo que el que tiene la suerte de leer va a leer, y los otros que no quieran leer no van a leer, creo que eso es irremplazable, no sé de qué dependerá, pero es así.
M: Quizá el problema también esté en que algunas personas piensan que no van a estudiar una carrera en la cual la lectura es indispensable, y que no necesariamente tendrán una relación directa con la sociedad, por eso dejan de lado el hábito de la lectura, y no le dan el valor que merece porque no se dan cuenta que el leer les ayudará a comunicarse y aprender más.
J: La literatura nos da una visión más grande de la vida, es una ventana que nos permite ver otras vidas, nos ayuda a decodificar los fenómenos, sin la lectura no puedes entender lo que pasa a tu
alrededor.
M: ¿De qué forma la lectura desarrolla la capacidad de comunicación en las personas?
J: Te hace más tolerante y más comprensivo, cuando aprendes qué piensan otras personas te vuelves más tolerante con todas las religiones, las formas de pensar, las formas de ser, las elecciones
sexuales; la literatura es una manera de ver la vida de los otros, por eso la lectura te hace más tolerante.
M: Estoy de acuerdo, esa es una de las cosas por la que las personas no tienen una buena comunicación y no pueden entender ni ser tolerantes con los que les rodean, porque no está comprendiendo lo que en realidad está pasando, sólo deduce lo que ve y se conforma.
M: Hay un problema común en los estudiantes, que al leer y estudiar textos para exposiciones, presentaciones de trabajos, el camino que toman es la de memorizar ciertas partes del texto sin haberlos comprendido, lo cual es un error muy grande, porque deberían comprender lo que estudian y leen. ¿Qué opina al respecto?
J: Que esa manera de enfrentar la literatura, la lectura está basada en las malas exigencias de sus profesores que les piden que aprendan de memoria y no que reflexionen; lo importante no es memorizar, sino reflexionar sobre lo leído.
M: La edad del lector, la madurez emocional son factores que intervienen en la comprensión al leer. ¿Qué otros factores intervienen en la comprensión de la lectura?
J: La sociedad, lo que has vivido, el grado de formación que tienes, todo eso.
M: ¿Qué consecuencias ocasionaría la falta de lectura?
J: Estreches de mente, puedes terminar votando por Samuel Doria Media, por Tuto, o cualquier otra barbaridad de esas.
M: La lectura explorativa es la lectura rápida, con la finalidad de lograr una visión global del texto, de ver qué contiene y qué trata; en cambio la lectura comprensiva es una lectura reposada con la
finalidad de comprender todo. ¿Cree que la lectura explorativa no tenga mucho aporte a comparación de la lectura comprensiva al momento de leer un determinado libro o texto?
J: En mi libro "Al filo de la palabra", considero que hay dos tipos de lectores, un lector que es turista y otro que es viajero, el turista cuando llega ve las cosas y dice, ¡ay qué bonito!, no intenta
modificar, ni cambiar, ni tiene un juicio crítico, sólo está para conocer, ver y se va, dos semanas después el turista desaparece; el viajero en cambio, intenta adentrarse, intenta conocer más, intenta
transformar y transformarse, ese es el lector que sirve , lo que tú dices, el que hace una lectura comprensiva.
M: ¿Cuáles serían los consejos y estrategias que daría usted a los lectores para disminuir su dificultad de comprensión al leer?
J: Subrayen, escriban, trabajen sobre el texto, piensen sobre lo que están leyendo.
M: Otro consejo sería que, ciertas palabras que no entienden las busquen en un diccionario, en internet, etc., las analicen, porque hay instantes en las que el lector no entiende algunas palabras, no sabe realmente que es lo que está tratando de decir el escritor y por ende lo obvia, lo cual no está bien, y comete un grave error, porque al final terminará sin entender nada.
J: Exacto, tú lo has dicho, ya está; dicen que el diccionario es un mataburros, pero hasta ahora no ha matado a nadie.
Jaime Iturri Salmón, nació en México D.F. en 1963, pero es boliviano
de origen. Es padre soltero de tres hijos. Escribió y publicó 27
libros. Fue Delegado Municipal para el Bicentenario de la Revolución
del 16 de julio de 1809. Es catedrático de la Universidad Mayor de San
Andrés; ha dictado cátedra en otras seis universidades y en la Normal
Superior Simón Bolívar. Trabajó en radio, periódicos, revistas y
televisión. Comenzó como periodista raso en El Alto y ahora dirige
ATB.