Columna
La fiesta siguió sin las nuevas autoridades
Wendy Pinto
(AquíCom/2-12-13) La celebración empezó a las 17.00 del 29 de noviembre en el atrio de la UMSA y terminó al día siguiente. Grupos como Billete Falso, Jacha Mallku, Gran Matador, Simplemente La Nueva, Irreversible y Octavia amenizaron la conmemoración.
Estudiantes de todas las carreras participaron de esa actividad de esparcimiento. Se reunieron en grupos de hasta 15 personas, lo mínimo eran dos, pero era lo de menos, porque eran “jalados” por los demás para compartir ese orgullo, ser parte de la UMSA.
El lugar estaba repleto, los gustos musicales se toleraron, había para todos: cumbia, rock y folklore. Los universitarios, identificados con prendas de acuerdo con su línea musical, ampliaron su universo musical. Todos en armonía.
La supuesta rivalidad entre facultades y carreras desapareció esa noche, porque todos eran universitarios de la, aunque a cierta gente le duela, mejor universidad del país.
Como en todo acontecimiento, no pueden faltar las bebidas espirituosas ni las caseritas que las venden, ésta no iba a ser la excepción. Hubo de todo, desde el “combo” más accesible, económicamente hablando, hasta los mejores whiskys posibles de pagar.
El olor de los anticuchos, de los alrededores, se mezcló con el perfume de las damas, la colonia de los varones y el aroma del cigarrillo. Algunos se molestaban por el humo, hasta que llegó la media noche y entonces sucedió.
Hablaron las nuevas autoridades, pero ni con los gritos que dio el rector, logró la atención de los estudiantes porque alguien metió la “pata” y encendió los juegos pirotécnicos antes de tiempo, antes de la “señal”.
Todos los que estaban ahí presenciaron un espectáculo de fuegos artificiales multicolores, algunos cautivados por las luces no dejaban de mirar hacia el cielo, hasta que cayeron restos de pólvora en los ojos. Entonces volvían a la realidad.
La mayoría prefiere la cumbia para bailar o cantar, pero esa noche todos estaban por Octavia, grupo emblemático de rock de la ciudad de La Paz. Antes de su ingreso, sombreros blancos se dejaron ver en el escenario y los universitarios gritaron: “Es ¡Jacha Mallku!”, y la alegría se desbordó. Tembló el piso.
“Buenas Noches”, dijo Omar Gonzáles, vocalista de Octavia, hizo furor. Todos coreaban canciones como Phututubass, Redención, Lentamente, pero la más esperada fue La ciudad que habita en mí.
Se fueron el Rector y el Vicerrector, también los grupos musicales, quedó un brasileño que tenía sus tambores con los que tocaba una samba para la UMSA. El extranjero causó que los presenten lo ovacionaran y a su alrededor todos bailaban e intentaban cantar en portugués, pero les salía un fino “portuñol” (portugués mezclado con español).
El hecho es que la fiesta acabó. Felicidades querida universidad, gracias porque nos diste amigos para la vida, un amor, un par de enemigos, a un Galo que si no está de humor no nos deja entrar a nuestras clases; nos hiciste reír y llorar, aprendimos a estudiar, a divertirnos y a luchar por nuestros sueños.
Hoy, mañana y siempre serás nuestra querida UMSA, de la que siempre estaremos orgullosos, más allá de esa corrupción, de esas camarillas y de aquéllos que tanto la quieren desprestigiar. ¡Felices 183! (AquíCom/2-12-13).