Libros y libros

David Acebey
Uno de los best seller de la Feria del Libro fue una recopilación de yerros verbales del indio más famoso, más amado y más odiado de nuestra historia. La intención del autor es clara: mostrarlo como estúpido. (Borges dice que la duda es una de las más preciosas posesiones del hombre). El otro best seller pertenece a un cultor del adjetivo racial, hijo de uno de los ministro más crueles del dictador Banzer. Ataca al mismo indio y cuenta con un apoyo mediático que también traspasa fronteras.
Dicen que el marketing creó miles de best seller, pero ni un libro inmortal. Que bueno que la feria cruceña crezca y que se expongan esos y otros libros. Una muestra saturada de "buenos" libros y de autores "éticos" sería tediosa, dictatorial...
La vida es un circo y toda exhibición es parte de ella. Vi –con ayuda de un librólogo- el libro más chico, el libro más grande, el libro con bigotes, el libro que canta, el libro que nada, el libro que baila, el libro gay, el libro volador, el libro para niños tontos, el libro que embellece, el libro que embrutece, el libro para ancianos de veinte, el libro más macho y hasta el libro que habla...
(¿ Existirá el Libro Prostituto, con vajina* y pene calibrable, donde el lector pueda fornicar con los protagonistas del relato y beneficiarse de una dedicatoria virtual con palabras nunca dichas que prolonguen sus orgasmos ?)
Es posible que pocos se hayan percatado de la presencia de un escritor con cara de libro, que camina como libro, come como libro, mira como libro, agraciado como libro, aburrido como libro, creativo como libro, cholero como libro, fiel como libro y. . . algo anónimo como todo buen libro:
Se llama Humberto Quino. "es maestro consejero de cuatro pelagallos –todos premios nacionales de poesía. Además de escribir y leer como condenado, lee en coca, en las arrugas y en lo genitales. Con siete fumadas poderosas puede visualizar al plagiador en plena labor. Devuelve la felicidad a los necios y con su viejo arcabuz resquebraja los pilares que sostienen el poder de los soberbios. Entre otras virtudes, tiene un conocimiento devastador sobre la ignorancia propia y ajena," y está signado del mayor don literario: desprendimiento para compartir lo arpegios del singani moscatto, con los amigos.
Javier Méndez, principal víctima de mis desortografias, escribió : "He corregido: bet por best, vajina por vagina. Ese error último me preocupa, porque empezás olvidando cómo se escribe, luego olvidando cómo es y finalmente, recordando que vos también podés usar lo tuyo como si la tuvieras. Toy preocupau, che. Tas en la delgada línea, tas... ¿Me irá a pasar a tu edá?"
David Acebey
http://www.davidacebey.nixiweb.com
Santa Cruz de la Sierra
Bolivia