rené bascopé aspiazu
Homero Carvalho Oliva
Conocí a René Bascopé a fines de los años 70, cuando yo andaba con los poetas Julio Barriga, Jorge Campero, Fernando Rosso, Humberto Quino y el narrador Adolfo Cárdenas. René era parte del grupo literario Trasluz, integrado por Jaime Nisttahuz, Félix Salazar, Manuel Vargas y Edgar Arandia, que publicaba una revista con ese nombre.
Era los años de una feroz bohemia y nuestro templo era El Averno, un antro que se encontraba en el desaparecido callejón Caracoles en el que servían uno infames quemapechos con los que tratábamos de calentarnos en las frías noches paceñas mientras hablábamos de literatura y organizábamos revistas que tardaban varios meses en salir y, a veces, no pasaban del primer número.
René era un tipo callado, siempre vestía un impermeable negro y llevaba un libro bajo el brazo. Era marxista ortodoxo, pero estaba al tanto de la literatura latinoamericana y europea. En sus cuentos está la ciudad de La Paz de los conventillos, de las casas de varios patios y muchos cuartos; la ciudad de los cholos o de una clase proletaria que intenta salir adelante.
Sus personajes son marginales y sus temas frecuentan la soledad y desarraigo, una tendencia que años más tarde Javier Sanjinés calificó como del grotesco social, en la que la ciudad es sitio de desencuentros, antes que de encuentros.
Recuerdo en especial La noche los turcos, La ventana, Ángela desde su propia oscuridad entre otros cuentos. Sin duda alguna murió muy joven, a los 33 años ya tenía muchos premios y libros publicados; además de dirigir el ya mítico semanario Aquí, después del asesinato de Luis Espinal.
Fue un gran escritor de la llamada “generación de la resistencia”, aquella que escribió en las dictaduras. Un gran escritor con una obra inconclusa.
Hoja de vida
Origen y formación. Nació el 3 de octubre de 1951 en La Paz. Empezó a escribir poesía a los 12 años. Estudió ingeniería en la UMSA.
Inicios. En 1970 escribió su primer cuento y en 1972 publicó su primer texto en el suplemento literario del periódico Presencia. Durante toda esa década colaboró frecuentemente con diversos diarios y revistas de La Paz. Fundó la revista Trasluz
Trabajos. Se desempeñó como profesor de matemáticas, física y química en diferentes colegios y como docente de filosofía en la UMSA. Trabajó como reportero en las radios Cruz del sur, Agustín Aspiazu y como director del semanario Aquí.
Publicaciones. Primer fragmento de noche y otros cuentos (1978), La veta blanca: coca y cocaína en Bolivia (1982), La noche de los turcos (1983), La tumba infecunda (1985), Niebla y retorno (1988), Los rostros de la oscuridad (1988), Las cuatro estaciones (2007).