Testimonio de vida
universidades
Marcela T. Barrios Borda
(AquíCom-MTBB/31/07/2014), Mi nombre es Marlene, vivo en El Alto, en la zona Ballivián y tengo 34 años. Estudio en la UMSA en la carrera de Informática. Ya concluí el pensum académico y estoy haciendo mi tesis. Comencé a trabajar cuando mi papá y mi mamá murieron.
Trabajo desde que inicie la universidad, ya son varios años. Diez años, ya estoy en la universidad.
Es muy difícil trabajar y estudiar a la vez. La carrera en la que estoy demanda mucho tiempo y con el trabajo no se puede cumplir con todas las obligaciones. Entonces, iba tomando dos o tres materias, lo que podía.
Informática es semestral. Tendría que haber tomado seis materias por semestre, básicamente, en los primeros semestres y luego va reduciendo a cinco por semestre.
Trabajar y estudiar, realmente es grave. Todo por los horarios. Yo me sentía muy limitada, yo podía escoger buenos docentes que daban clases, porque por lo general, daban clases por la mañana y en otros horarios que yo no podía. Entonces, tuve que escoger las materias que estaban en mi tiempo libre, a partir de las cinco de la tarde hasta las 10 de la noche, porque en las mañanas trabajaba.
A las cinco tomaba mis clases y por los horarios mismos, a lo mucho tomaba hasta tres o cuatro materias. Es un sacrificio enorme porque cada materia tiene su ayudantía, lo que hace que en total sean ocho materias. Entonces, trabajar y estudiar cuesta y aquí en esta Carrera, no hay horarios especiales para las personas que trabajamos.
No he podido tomar las seis materias como debería de ser y no he podido terminar en los años previstos, sino que se ha ido alargando. Sí.
Comencé a trabajar porque mis papás se fueron, murieron. Entonces, sí o sí tenía que trabajar para estudiar. Si no trabajo no hay dinero y si no hay dinero, ¿de dónde saco para estudiar?, ese es el detalle, no.
Y aparte, si uno quiere obtener una beca tiene que tener seis materias aprobadas y como yo no pude tomar las seis, entonces tampoco pude obtener ninguna beca.
Empecé a trabajar dando clases de computación y ahora sigo con eso. Doy clases en un colegio, en El Alto.
En el trabajo tenía que investigar y como estoy en la carrera de Informática, eso me ayudó también. Tenía la base y mis compañeros también me han apoyado, con algunas cosas que yo desconocía para comenzar a trabajar.
Después de salir bachiller y antes de entrar a la universidad, estuve en un instituto. Estuve un año y medio en computación y dactilografía. En las dos cosas.
En esa época aún los tenía a mis papás y me estaban apoyando. Pero ellos murieron cuando ya había empezado la universidad. Ahí fue el detalle que se fueron y yo tuve que trabajar, sí o sí.
Trabajaba inicialmente en las mañanas hasta las dos de la tarde y luego ya venía al monoblock a pasar clases, muchas veces hasta sin comer, porque no me daba el tiempo para comer bien y tomar mis alimentos a la hora debida.
Actualmente, sigo trabajando en los mismos horarios y sigo en el mismo colegio. Más bien quiero terminar ya la carrera y tener mi título y buscar otras oportunidades más.
Vivo con mis hermanos, somos en total seis. Yo soy la última. Dos, son profesionales, y los otros tres, tienen trabajo independiente. Los mayores tienen sus casas, sus familias y viven aparte. Vivo con mis últimos hermanos, con los últimos tres.
En mi casa hay bastantes responsabilidades y más aún, cuando mis papás no están. Realmente es más responsabilidad. Con mis hermanos, nos hemos organizado por horarios y por días, para hacer las labores de la casa, sí todo.
A mí me toca los miércoles y sábados. Desde la mañana me ocupo de hacer la limpieza, cocinar, atenderlos a mis hermanos, después lavar, dejar todo limpio. Para mí, los días más difíciles son los miércoles.
Los sábados, mis hermanos también tienen tiempo, entonces vamos entre dos o tres a hacer las compras y también cada quien da una manito en la cocina.
Soy una persona perseverante. A pesar de los obstáculos sigo adelante, con la ayuda del que está arriba, del Señor, que me da fuerzas día a día… que me da aliento para seguir luchando.
A quienes trabajan igual que yo, les digo que tengan bastante voluntad, que saquen fuerzas porque es bien doloroso ver que tus compañeros avanzan, avanzan, avanzan y una se va quedando, porque tenemos poco tiempo. Es una frustración tomar materias en los horarios que una puede. Pero decir que sigan adelante, con fuerza, con voluntad, será que el camino se nos alarga más, pero al final se llega, se llega.
Lo que rescato es que estar más tiempo en la “U” hace que se conozca más gente, más compañeros y más amistades. Eso sería algo positivo. Tener paciencia, de que poco a poco se llega a la meta (AquíCom-MTBB/31/07/2014).