04 de enero de 2012, 22:07San Juan, 4 ene (PL) Personalidades de la vida nacional exigieron hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la liberación del puertorriqueño Oscar López Rivera, que con 31 años encarcelado es el prisionero político más antiguo del hemisferio.
López Rivera, quien cumplirá 69 años de edad el próximo viernes, se encuentra deteriorado por las tres décadas que ha pasado en calabozos de la nación del norte por su compromiso con la lucha por la independencia de Puerto Rico, denunció el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico.
El expresidente del Colegio de Abogados del país Eduardo Villanueva llamó a los puertorriqueños a plantear sus exigencias a Obama, quien ha hecho mutis en este caso.
Contra López Rivera ha habido un ensañamiento por parte de las autoridades estadounidenses al considerarlo el líder de las ya desaparecidas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico, organización clandestina que operó en las ciudades de Chicago y Nueva York.
"No es un asunto de seguridad, ya es algo ideológico", advirtió el alcalde del municipio de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, del oficialista Partido Nuevo Progresista (PNP), que busca la anexión total de Puerto Rico a Estados Unidos.
Al igual que Vega Borges, la senadora anexionista Norma Burgos también unió su voz al coro de reclamo de la libertad del prisionero político, quien rechazó un indulto condicionado del presidente William Clinton, mientras otros de sus compañeros permanecieran encarcelados.
Posteriormente, cada comparecencia de López Rivera ante la Junta de Libertad del sistema carcelario estadounidense ha sido convertida en un juicio por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que pretenden achacarle una serie de ataques armados que jamás han sido probados en los tribunales.
De hecho, la condena carcelaria al independentista boricua ocurrió por sedición, una imputación que no necesita ser probada en los tribunales estadounidenses.
Los reclamantes de la libertad de López Rivera denunciaron también la política de doble rasero de Obama, pues su gobierno pide a otros países la liberación de supuestos prisioneros políticos, mientras guarda silencio ante casos como el de López.
Clarissa López, hija del prisionero político, recordó con voz entrecortada que cuando lo visitó en noviembre notó cómo los años han caído sobre su progenitor. "Es algo normal para mucha gente (ver a envejecer al padre), pero nunca he tenido la oportunidad de compartir fuera de la prisión con mi papá, (que) está en condiciones infrahumanas", afirmó.
La joven mujer reveló que pasó 12 años sin visitas de contacto físico con su padre y que "me convertí en madre y pudo tocar y abrazar a mi hija cuando tenía ocho años".
Argumentó que las autoridades norteamericanas deniegan cada petición de entrevista que hacen medios de comunicación porque quieren mantener acallado a López Rivera.
La diputada Carmen Yulín Cruz, del opositor Partido Popular Democrático (PPD), anunció que escribirá a diario a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para pedir la liberación del luchador boricua.
Mientras que su correligionario y presidente de la Asociación de Alcaldes de Puerto Rico, José A. Santiago, anunció que solicitará a la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales, que se reunirá en Santiago de Chile, del 20 al 23 de marzo, que se una a este reclamo.
El candidato a gobernador por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau Ramírez, reafirmó su compromiso de continuar el esfuerzo nacional e internacional para la liberación de López Rivera.
Villanueva apuntó que se hará llegar a la Casa Blanca un manifiesto con adhesiones de personalidades mundiales, que incluye a ganadores del Premio Nobel.
El presidente del Comité Pro Derechos Humanos, Luis Nieves Falcón, advirtió a Estados Unidos que "no vamos a ceder en nuestro esfuerzo hasta que Oscar esté libre".
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