80 de 178 palestinos encarcelados iniciaron el 24 de abril una huelga de hambre para protestar contra la detención injustificada y denunciar los abusos del servicio carcelario israelí. Algunos de ellos, que ya han perdido entre 13 y 20 kilogramos, fueron trasladados al hospital de Ichilov (Tel Aviv) donde “se les ha encadenado a sus camas las 24 horas del día”
La Asociación de Apoyo a los Presos y Derechos Humanos Palestinos, Addameer (Arabes para la conciencia) informó acerca del estado de salud de los 80 prisioneros, que el 24 de abril, iniciaron una huelga de hambre para exigir el termino de la detención administrativa, que a la fecha, mantiene a 5.224 palestinos encarcelados (Datos: Organización de Liberación de Palestina) en los centros penitenciarios israelís. 196 corresponden a menores de 18 años, 192 personas corresponden al régimen de la detención administrativa.
El Primer Ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, quien declaró encadenar a los presos, propuso la posibilidad de alimentar a la fuerza a los presos, argumentando la creación de una ley que permita a los médicos suministrar alimentos a los detenidos. “se contradice con la realidad en la que las necesidades de salud de las personas encarceladas en Israel en general, y de prisioneros palestinos en particular, son ignorados “, informó la organización Physicians for Human Rights-Israel, en una petición al fiscal general de Israel.
Esta medida permite encarcelar civiles de forma indefinida sin tener una acusación formal, exceptuando pruebas y el derecho a un juicio justo, según explica Sahar Francis, directora de la asociación. En la práctica, la detención puede ser arbitraria, solo basta contar con las sospechas respecto a posibles actividades terroristas para privar de libertad a la persona. “La medida no pretende castigar a una persona por un delito cometido, sino frustrar un peligro futuro”, denunció la organización humanitaria israelí B’Tselem.
Esta manifestación ha sido la mas larga de la historia palestina, superando la ocurrida en 1976, que duró 45 días. Actualmente son 80 huelguistas los que han sido ingresados a los hospitales civiles israelíes como Aykhlouf o Kaplan, debido al deterioro de su salud. Addammer denunció los abusos físicos sufren los presos, así como las dificultades que tienen para recibir la visita de sus abogados. La detención incluye la prohibición reiterada para ser tratados por médicos independientes que no pertenezcan a los centros penitenciarios.
El primero de mayo, Israel mantenía detenidos a cerca de 200 palestinos sin cargos ni juicios, entre ellos ocho miembros del Consejo Legislativo Palestino. El Servicio de Prisioneros de Israel (IPS) informó que negociar con los huelguistas no esta dentro de su labor.
Un informe del año 2011 realizado por Médicos por los Derechos Humanos-Israel y el Comité Público contra la Tortura en Israel describe el papel activo de los doctores en la tortura de los detenidos palestinos y critica específicamente las normas éticas de la Asociación Médica de Israel que “permiten que el médico ponga en peligro la salud del paciente frente a las demandas del aparato de seguridad”.
Boicot al estado de Israel
La Coordinadora en nuestro país del proyecto “Boicot internacional, Desinversión y Sanciones (BDS)”, redactó un comunicado (Revise aquí) exhigiendo “la liberación inmediata de todos los detenidos administrativos que están encarcelados por ser parte de la resistencia popular contra la ocupación del territorio palestino”.
La manifestación nacional se enmarca en la iniciativa surgida el 2004 por parte e la sociedad civil palestina para aplicar al Estado de Israel una campaña de boicot, para que así puedan retirar sus fuerzas de los territorios ocupados en 1967. a ha reunido a diferentes países a lo largo del mundo para presionar al Estado de Israel en 1967, incluido Jerusalén Este. Se espera que desmantele los asentamientos establecidos y que obedezca las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la restitución de los derechos de los refugiados palestinos, además de acabar con el sistema de apartheid.
“Creemos en el boicot como herramienta de acción política que puede aglutinar a personas muy diversas, pero interesadas más en lo que las une que en lo que las separa. Para nosotros, esta campaña es el mejor camino para destrabar la actual situación de genocidio e ignominia. Además, dado que el “problema palestino” es una consecuencia de las acciones de las potencias occidentales, todas y todos debemos colaborar para que se llegue a una solución justa y humana. Queremos que en este boicot participe el mayor número de personas posibles, pues en eso radica la fuerza de esta arma no-violenta”