Dalia González Delgado
Las primeras palabras de gratitud de Fernando González fueron para sus hermanos de lucha que aún se encuentran presos en Estados Unidos.
"Cuando todavía no había movimiento de solidaridad, compartir con ellos en los momentos difíciles fue una fuente de energía", dijo Fernando este viernes, en un breve encuentro con la prensa en el aeropuerto internacional José Martí.
"Por lo tanto, mi primer agradecimiento es para ellos, que no me están escuchando, no me van a escuchar, no me van a ver, pero me van a leer". Y ese agradecimiento —aclaró—, por supuesto incluye a René, quien se encuentra en la Patria desde el año pasado.
El Héroe de la República de Cuba también agradeció a nuestro pueblo, que "durante tanto tiempo nos ha acompañado en esta lucha, y que nos va a seguir acompañando, estoy convencido de eso, hasta que Gerardo, Tony y Ramón estén de regreso".
En un gesto de humildad quiso "pedir disculpas" a todos los que le enviaron mensajes que no pudo contestar. "A todas aquellas personas que nos escribieron, mostrándonos su apoyo, su solidaridad, especialmente a los niños y a los jóvenes que nos hicieron llegar muchísimas cartas, y materialmente nosotros no teníamos el tiempo para responder todas y cada una".
"Yo sé que algunas personas se pueden haber sentido en algún momento quizás defraudadas porque no recibieron alguna respuesta personal a su correspondencia. Les quiero pedir disculpas, quiero pedirles que comprendan que materialmente no había posibilidades de escribirles a tantas personas. Pero todas esas cartas, principalmente las de los niños y las de los jóvenes, fueron siempre un estímulo tremendo, un estímulo sin comparación ninguna, para enfrentar cualquier situación".
Asimismo, Fernando agradeció a las autoridades cubanas, "a todos los que por tantos años han estado trabajando en la campaña por la liberación de todos nosotros".
También manifestó su gratitud por los compañeros de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, "que trabajaron en los últimos meses para todo el proceso de mi regreso, para que se produjera de la manera más expedita posible, más natural posible".
Fernando agradeció además a la prensa, "que ha hecho un trabajo muy bueno para dar a conocer la verdad del caso, y llevar la verdad lo más lejos posible".
"Hay mucho por hacer, creo que todos lo sabemos y todos estamos en la mejor disposición de hacerlo", enfatizó.
"Yo sé que la felicidad hoy es compartida por todos —dijo el héroe. Es una felicidad difícil de describir, estar aquí en Cuba. Es una felicidad inmensa y al mismo tiempo le falta un pedazo, que es el pedazo que queda reservado para cuando en este mismo lugar estén Ramón, Gerardo y Tony. Entonces, la felicidad será completa. Mientras tanto, el papel nuestro será hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que esa realidad llegue lo más pronto posible y podamos entonces reunirnos los Cinco".
Interrogado sobre el impacto de salir de la prisión, refirió que solo se sintió libre cuando bajó del avión, pues hasta ese momento había estado esposado. El jueves Fernando fue trasladado del centro correccional federal de Safford, en Arizona, y puesto a disposición de los servicios de inmigración para iniciar el proceso de deportación.
"Yo no sentí la sensación de la libertad al traspasar las puertas de la prisión, que puede ser la experiencia de otros", comentó. "Mi verdadera sensación de libertad fue cuando aterricé aquí y bajé por la escalerilla".
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, acudió al aeropuerto internacional José Martí para dar la bienvenida al Héroe cubano.
"Es un honor para mí", dijo Fernando al respecto. "Es un gesto que me compromete en la lucha por el regreso de mis otros hermanos. Es un gesto que lo llena a uno de humildad y de gratitud".