Siguen las medias verdades y las mentiras de gobernantes

Las medias verdades y las mentiras, que difunden los gobernantes del llamado proceso de cambios, son mecanismos que se utilizan para subinformar y desinformar a los bolivianos.

Recapitulamos y comentamos algunas de esas medias verdades y de las mentiras recientes:

—El Vicepresidente afirmó que el presidente Morales sin ser doctor, es decir, sin ser abogado había propuesto presentar la demanda boliviana, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para que ésta disponga que Chile converse con nuestro país sobre la demanda marítima, la que es muy cara para los bolivianos.

Sólo pasaron días y el autor intelectual de la demanda boliviana a Chile, bajo el denominativo de acciones estatales unilaterales, Roberto Orías, “apareció” en medios de difusión e informó que en un curso de postgrado, realizado en Chile, concibió la idea de la referida demanda. Aquel autor intelectual de esa demanda, se basó en las promesas incumplidas de Chile de restitución de un puerto para que nuestro país acceda al océano Pacífico.

A pesar de ese testimoniosde Orías —que no reclama derechos de autor y que además realizó una consultoría para la Cancillería boliviana sobre ese tema— voceros oficiales y oficiosos de los gobernantes han ratificado que el Presidente de Bolivia es el que concibió la idea de la demanda ante la CIJ con asiento en La Haya (Holanda).

Para nosotros el demérito del presidente Morales se debe a que se arroga o le conceden la autoría de aquella idea y sin ser doctor. Nos parece muy difícil sino imposible que aquél que no hizo ninguna investigación haya concebido esa demanda internacional en un momento de inspiración. Y si fuera cierto que el autor de tal demanda es Juan Evo Morales Ayma, los gobernantes cuando menos tendría que celebrar que el Presidente coincida con la propuesta del abogado Orías y, sobre todo, que aquella que sólo era una tesis haya sido aplicada, vale decir, verificada por la práctica ante la CIJ).

—Relacionado con ese tema: Los ex presidentes Eduardo Rodríguez Velzé y Carlos D. Mesa Gisbert han recibido una distinción del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP), el día de la fundación de la ciudad Nuestra Señora de La Paz (20-10-1548). El Canciller de Bolivia, otro paceño, se negó a recibir el premio (a lo que le concedemos derecho), y aunque no lo ha dicho, presumimos que rechazó el galardón, también o sólo porque esa distinción no se le entregó, en primer lugar o únicamente, al Presidente boliviano.

Un vocero gubernamental no pudo callar su disgusto y dijo que los expresidentes Rodríguez y Mesa son parte del grupo de trabajo que atiende la demanda boliviana ante la CIJ, pero que lo hacen bajo la dirección del presidente Morales. Está o tendría que estar muy claro que aquellos expresidentes han recibido un diploma por lo que hicieron ante aquella Corte.

Admitamos provisionalmente —y eso no creemos— que el alcalde paceño Luis Revilla, por mezquindad política o politiquera, desestimó la entrega de la presea al presidente Morales. Éste porque no recibió ese premio no tendría que sentirse menoscabado, como parece que se siente, porque no lo homenajearon junto a sus “dirigidos” Mesa y Rodríguez.

Hubiera sido mucho mejor que algún vocero oficial u oficioso diga, con claridad, que aquel timbre distintivo del GAMLP merecía el presidente Morales antes que otros y que por tanto tendrían que haberle entregado. Pensamos, sin embargo, que ni así se colmaría la vanidad del Presidente, porque parece ser un barril sin fondo cuando le llegan los halagos cotidianos.

—Otra afirmación del vicepresidente García Linera —lo que hace dudar que sea un “teórico” de la política— en oportunidad de recordarse la caída o huida de Gonzalo Sánchez de Lozada, resultado del alzamiento del pueblo, ha dicho que la agenda (plataforma o programa) de octubre (2003) no contenía la industrialización del gas.

Sin embargo, no debemos olvidar que ante sugerencias que entendidos se proponía que se extraiga “gasolina blanca”, precisamente del gas natural, como carburante menos contaminante y que resultaría barato.

En la redacción de este semanario virtual creemos, sin embargo, que un gobernante que de verdad defiende los intereses regionales, populares y plurinacionales, aunque aquella industrialización no estuviera escrita en ningún programa, es lo que se debe hacer porque separar líquidos del gasta natural, como ya se lo hace en la planta de Río Grande, de cuerdo a expertos, no es industrialización del gas natural.

—El ministro de Economía y Finanzas, ufano, señaló que aquí se aplica una política económica que organismos internacionales y economistas de otros países la estudian. Añadió que en Bolivia (los gobernantes) ven de palco la crisis económica de otros países, porque aquí no hay crisis alguna.

Ésa cuando menos es una media verdad porque el INE ha publicado datos que preavisan que a Bolivia llegaría la crisis y, por tanto, aquélla acabaría con el tiempo de las vacas gordas.[1] 

—El presidente Morales en varias oportunidades y en diversos tonos ha dicho que no es él quien busca su reelección y que es el pueblo el que le propone que siga en el gobierno, mejor dicho, en el ejercicio del poder unipersonal.

Y como para que sea creíble lo dicho por el primer mandatario, hace días, productores de coca del Chapare han señalado que ellos quieren que Juan Evo Morales Ayma siga gobernando hasta 2035, es decir, al menos 30 años.

Morales acaba de afirmar que se siente con fuerza para seguir en el gobierno.

Esa es otra verdad a medias porque los denominados movimientos sociales necesitan un gobierno como el de Morales y éste antes que esas organizaciones de masas lo desea sin medida.

Nosotros estamos entre los que sostenemos que a Juan Evo Morales Ayma, al que se le atribuye méritos propios y ajenos, se le rinde culto; eso en otros sitios se denominaba culto a la personalidad, y este culto para nosotros configura otra media verdad y/o una mentira.

Ofrecemos en este espacio el anterior inventario parcial de medias verdades y/o mentiras destinadas a subinformar y a desinformar, técnicas que tienen como propósito político presentar al Jefazo, como irremplazable, como lo dice abiertamente el canciller David Choquehuanca.

Y cuando se habla del Jefazo en tiempos electorales, como que ya estamos ante una campaña que despliega el oficialismo con la intención de que los bolivianos aprobemos la elección de Morales, por cuarta vez, por eso se destaca en grado sumo el papel suyo en la historia boliviana, como si el aporte del pueblo fuera de quinto orden o simplemente nada.

Aquí y ahora se invierten los papeles: el caudillo lo hace todo, las masas miran de palco (nos prestamos el lenguaje de Arce Catacora), así como no ocurre allí donde se abre paso una revolución verdadera, en la que el pueblo es el protagonista de la construcción de la nueva sociedad.

Los que mantenemos el sentido común, sin embargo, confiamos en que el pueblo cada vez y de manera creciente piensa y pensará con cabeza propia y se aferra y se aferrará a sus intereses legítimos, por lo que toma y tomará distancia del Jefazo y sus llunk’us, y construye y construirá una nueva unidad para votar no el 21 de febrero de 2016, lo que será una forma de cerrar el paso a los que difunden medias verdades y mentiras al estilo de los politiqueros de todos los tiempos.