editorial
Los ex asalariados de la Empresa Minera Himalaya (La Paz), debido a que esas pertenencias fueron “recuperadas” por los gobernantes y transferidas a la Cooperativa Cerro Negro, para que los miembros de ésta las exploten en su beneficio, en una carta al Presidente de Bolivia, dicen: “… avasalladores explotan (aquéllos parajes ricos en wolfram), procesan y venden sin tener un contrato o autorización del Gobierno, sin tener licencia de medio ambiente, sin aplicar la Responsabilidad Social Empresarial con las comunidades campesinas vecinas, sin pagar regalías al departamento de La Paz, ni impuestos”[1].
Esas afirmaciones coinciden con lo dicho antes por Comibol de los ahora miembros de la Cooperativa Cerro Negro: “avasalladores” y “supuestos cooperativistas”. Y esa realidad no cambió, pero parece que mudó el criterio de los funcionarios de aquella empresa minera estatal.
Miembros de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), sobre el “alquiler” de esos yacimientos de los bolivianos, a los cooperativistas de Cerro Negro, dijeron:
“La entrega del yacimiento Resguardo de la Tempestad, que es el cerro más rico (en wolfram) a nivel mundial, a los cooperativistas, quienes poco o nada aportan en impuestos y regalías, nos preocupa y amerita que ahora el presidente Evo Morales nos atienda igual que a los cooperativistas”.
Y siguen los asalariados mineros: “Necesitamos una explicación técnica y jurídica, pedimos una audiencia para que nos expliquen qué referente se tomó para entregar el yacimiento más rico a la Cooperativa Cerro Negro”[2].
Esas pertenencias mineras, explotadas entonces en beneficio del empresario Fernando Kyllman, fueron avasalladas (2007) por “comunarios” que alegaban mejor derecho sobre esas pertenencias ricas en wolfram, que abarcan 50 hectáreas. Y en las que se calcula que existen reservas con un valor de 6.000 millones de dólares y en las que operaban 500 asalariados el momento en el que los gobernantes, mediante decreto, dispusieron la recuperación de esas riquezas las que, de inmediato, fueron transferidas a la Cooperativa Cerro Negro, varios de cuyos miembros son los se tomaron por la fuerza esos predios mineralizadas.
El ministro de Minería, Mario Virreira, ha dicho que por “un acto de orden social” se operó la transferencia de las pertenencias de la Empresa Minera Himalaya a la Cooperativa Cerro Negro lo que, según él, es una restitución de esa mina a los primeros arrendatarios[3].
Los datos que se conocen sugieren que las cooperativas mineras (incluidas las auríferas del norte de La Paz), en las que predominan relaciones de producción capitalistas, son el sector económico que se articula como preponderante en el país. Conozcamos la producción y las regalías de las 1.304 cooperativas, registradas legalmente, porque existen otras que funcionan al margen de la ley. Además, los gobernantes hicieron saber que serán atendidas 400 de las 700 solicitudes de pertenencias mineras hechas por cooperativistas. Incluso, antes de la aprobación de la nueva ley de minería, esas cooperativas nuevas arrendarán por cinco años los parajes para explotarlos y la prórroga será por 20 años, como máximo. Y los actuales concesiones de las 1.304 cooperativas mineras migrarán (o serán convertidas) hacia contratos del máximo período anotado. Leamos esa información:
Las 1.304 cooperativas los años 2009, 2010 y 2011, respectivamente, produjeron en millones de dólares: 519.729.839, 877.368.027 y 1.409.716.316. Y las regalías entregadas por esas cooperativas, en millones de dólares, en 2009, 2010 y 2011, respectivamente, fueron: 14.968.831, 29.775.190 y 43.743.118[4].
Se estima que los afiliados en esas cooperativas suman 130.000, es decir, mucho más que los asalariados mineros del sector público y del privado. Cantidad que aumenta todos los días, aunque un número indeterminado de ellos trabaja a cambio de salarios que pagan los nuevos patrones y los nuevos ricos de ese sector económico.
Un experto en minería, acaso con el ánimo de ocultar la verdad ha dicho, también para Página Siete, que no entiende por qué los gobernantes han entregado los ricos yacimientos de wolfram a la Cooperativa Cerro Negro.
Sin embargo, el viceministro de Cooperativas, Isaac Meneses, dijo que los miembros de las cooperativas mineras apoyan, como sabemos, a lo que todavía se denomina proceso de cambios y que la transferencia de la riqueza de minerales de wolfram con lo que se beneficia la Cooperativa Cerro Negro es una retribución por ese apoyo[5].
Para este semanario virtual la operación que comentamos es una expresión clara de la alianza de Evo Morales con los cooperativistas mineros. El Presidente necesita los votos de los 130.000 cooperativistas (y de al menos una parte de sus familiares) y a cambio, de manera anticipada, el primer mandatario entrega, el Wolfram (de los bolivianos), a la Cooperativa Cerro Negro. Esa medida constituye una privatización de esos minerales porque, en vez de que Comibol explote el wolfram, lo hará esa cooperativa. Con esa decisión, otra vez, el Presidente sirve a los medianos propietarios, en contra de los intereses regionales, populares y plurinacionales.
Se confirma, por tanto, que con ese accionar el Presidente deja de recuperar los recursos naturales no renovables para los bolivianos. Y, cuando lo hace, es para transferir a sus aliados, cooperativistas mineros, léase, nuevos empresarios y nuevos ricos (la minoría) y nuevos asalariados y nuevos explotados: la mayoría de los 130.000 o más del sector.
Reiteramos que una de las urgentes enmiendas a la Constitución Política del Estado es la incorporación de una norma en la que se disponga que un área social, de propiedad colectiva, debe predominar en la minería boliviana.
Apoyados en la información precedente decimos, de nuevo, que el Presidente compra votos —ahora a cambio del wolfram de “Resguardo de la Tempestad”, como a cambio de “colas” y “desmontes” de Catavi— por lo que los cooperativistas votarán para reelegirlo por tercera vez, en una tercera postulación en contra de la CPE.
[1] Declaraciones tomadas del diario paceño Página Siete del 28 de junio de 2013.
[2] Ver Página Siete del 27 de junio de 2013.
[3] “No se está realizando un acto de contrariedad a la norma, sino que es un acto de orden social que devuelve al primer arrendatario la mina”, dijo el Ministro de Minería, según Página Siete del 28 de junio de 2013.
[4] Estos datos se encuentran en el diario gubernamental Cambio, La Paz, 26 de junio de 2013.
[5] El Viceministro de Cooperativas dijo para Página Siete: “Entonces, ahora ellos (cooperativistas) están retribuyendo sin pedir nada, ni salario ni herramientas; el Gobierno, viendo ese resultado y observando que ellos estaban en una situación complicada, a raíz de eso con el Evo Cumple se les ha otorgado maquinaria pesada para interior mina, compresoras, perforadoras, enre otras”.
Y sigue ese Viceministro: “nadie los obligó a nada, las cooperativas se dieron cuenta de que tienen que apoyar al proceso (de cambios), porque desde el Gobierno se dio bastante apoyo, no sólo a este sector, sino a otros”.