Apoyamos sin reservas su lucha por la vida en el TIPNIS

* Asimismo, tiene nuestro pleno respaldo la decisión de ustedes de quedarse en La Paz hasta que el gobierno se comprometa, otra vez, a que por el corazón de la reserva natural y del territorio indígena no se construirá camino alguno.

Les hacemos llegar nuestros abrazos en La Paz, ciudad en la que casi siempre se conquistan y se toman las medidas políticas más importantes.
Una decisión como esa demandan ustedes y tienen nuestro apoyo, como lo hicimos en 1990 a su primera marcha por el "Territorio y la dignidad", a la VIII marcha que venció la espantosa represión de Chaparina y logró la defensa del TIPNIS con la Ley 180 y, ahora, a la IX marcha que confiamos conseguirá, como ocurrió antes, que no se construya el camino de la discordia el que destruiría, en corto tiempo, el hábitat natural de ustedes el que, además, aporta riquezas naturales y biodiversidad, con las que nos beneficiamos bolivianos y latinoamericanos.
Con paso de vencedores llegaron a la sede de gobierno. Para ello, resistieron la discriminación de ganaderos y sus amigos (también socios del gobierno) en San Ignacio de Moxos, pero también recibieron allí la simpatía de gente del pueblo con el que ahora están más unidos . Ánimos reconfortantes, para ustedes marchistas, fueron los recibimientos de los mejores hijos de San Borja (Beni) y Caranavi (La Paz), lo que a la vez fue un revés merecido a empresarios y colonizadores de esas regiones. Un lugar especial ocupa la solidaridad material y afectiva con la que calmaron y superaron el hambre y fortalecieron su espíritu para continuar la caminata por vías accidentadas.
Les decimos de nuevo que de ustedes hemos aprendido que en Bolivia de este tiempo sólo la lucha consecuente sirve para defender el derecho supremo a la vida, así como al territorio, que es la irremplazable "casa grande", para que vivan ustedes en él y para que todos disfrutemos del aire benéfico de los bosques, así como del agua de la que, actualmente, carecen o tienen muy poco de ella tantos pueblos en el mundo.
Estamos convencidos, también, de que ustedes están decididos a morir por el TIPNIS. Una dolorosa cuota, sus vidas, la ofrendaron los hermanos Silvia Otilia Cunay y Alejandro Cayuba, los que se suman a la larga lista de los héroes populares en nuestro país.
Sin embargo, ustedes sobre todo luchan por el derecho a la vida en su territorio para autodeterminarse y para que sus costumbres sean el derecho aplicado por ustedes. Derecho que deseamos que lo ejerzan sin más límites que la responsabilidad y sin derecho a la separación territorial como dicen nuestras normas.
Acompañamos y somos parte de su lucha porque el TIPNIS es de ustedes y es nuestro, por eso lo defendemos como derecho colectivo irrenunciable.
La Paz, 27 de junio de 2012.

Por la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz
María Amparo Carvajal Baños
Presidenta