De sábado a sábado (303)
Remberto Cárdenas Morales*
La vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Dina Chuquimia, las últimas horas dijo a los medios que no es posible modificar el mapa electoral porque ya es tarde y porque nuevos cambios afectarían el proceso electoral. Además, afirmó que los llamados interculturales del norte de La Paz, entre los que también hay indígenas, rechazan el mapa electoral porque una organización ciudadana tiene interés en postular candidato a diputado y que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha identificado incluso apetitos personales de algunos que dirigieron el bloqueo de caminos que fue suspendido ante la promesa, sin confirmar, de un diálogo entre los bloqueadores y el presidente Morales.
Los pobladores del norte paceño, de acuerdo a la vocal del TSE, según los datos del Censo de Población y Vivienda de 2012 y de acuerdo a la Constitución Política, carecen de los habitantes suficientes como para elegir a un diputado por ese asiento electoral, razón por la que se debe sumar la población de lugares altiplánicos, como Achacachi, entre otros.
Los interculturales, para nosotros colonizadores como los de antes, alegan que los que se niegan a resolver el lío son los miembros del TSE y que consideran que el Presidente les dará la razón a ellos y que se resolverá el impasse. Sin embargo, parlamentarios oficialistas aseguran que el primer mandatario no ejercerá ninguna influencia sobre el TSE porque afirman que en Bolivia hay independencia de poderes.
La misma vocera del TSE, también señaló que los pobladores de Gutiérrez (Santa Cruz), lugar en el que viven guaraníes, por cuestiones culturales, se niegan a votar el 12 de octubre de este año, dentro de una circuncisión electoral a la que nunca pertenecieron, lo que tendrán que hacer si acaso se mantiene el mapa electoral sin variantes, como señaló Chuquimia.
Especialmente los colonizadores de La Paz han dicho que ellos apoyan al presidente Morales y que volverán a votar por él en las próximas elecciones. Sin embargo, culpan a los vocales del TSE de intentar la agrupación de electores de la región amazónica de La Paz con pobladores del altiplano paceño.
Entre los pobladores del norte paceño hay quienes confían plenamente en las instrucciones y/o criterios del Presidente respecto del conflicto que lleva varios días sin solución satisfactoria para ellos.
El presidente Morales instruyó a los parlamentarios que nominen a los vocales del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Santa Cruz, por lo que fue suspendida una huelga de hambre de dirigentes cívicos y activistas políticos que reclamaron, con esa medida incluso durante la Cumbre del G 77 + China, la elección de esos vocales del TED de ternas elaboradas mediante consenso, dijeron voceros de los movilizados.
Esa instrucción presidencial llegó después de que un parlamentario masista afirmó que era demasiado tarde para elegir a los vocales reclamados durante cuatro años en Santa Cruz.
Basta ese ejemplo para afirmar, por nuestra parte, que según normas hay independencia de poderes, pero a la vez existe una necesaria coordinación entre ellos. Más aún: en este tiempo de reformas en Bolivia esa independencia entre poderes es apenas formal porque en la realidad, y aunque se lo niegue, hay subordinación de los otros poderes hacia el Órgano Ejecutivo y, más específicamente, respecto del presidente Morales.
Afirmamos, además, que en materia electoral, los miembros del TSE (no descartamos alguna excepción) tratan de contentar en todo al primer mandatario. Y las instrucciones de éste, con frecuencia, son explícitas y las que no conocemos deben ser impartidas por el Ministro de la Presidencia.
Otro asunto relacionado con el anterior es el número de nuevos electores inscritos en el tiempo concedido para ello, incluido los alargues. El último alargue, para la inscripción de nuevos electores y para los que pidieron corrección y/o complementación de datos, fue sugerido por Juan Evo Morales Ayma. Precisamente en La Paz y en El Alto (todavía no se tienen los datos de provincias, según la vocal Chuquimia) los nuevos inscritos pasan de 300.000 ciudadanos y ciudadanas, seguido por Santa Cruz, con similar cifra.
Especialmente los nuevos electores, inscritos en el registro biométrico, son muchos más de los previstos por el TSE, según datos del Censo 2012. Por ello, otra vez surgen dudas respecto de los datos oficiales y definitivos de esa gigantesca encuesta.
Apoyados en informes, que creemos responsables, desde este espacio nos animamos a decir que los datos del último Censo de Población y Vivienda fueron manipulados. La “aparición” o “reaparición” de nuevos electores en La Paz y en El Alto, como en ninguna otra parte del país, reaviva la sospecha nuestra.
La lista de nuevos electores —a la que sumarán los de provincias— será depurada. Esperaremos ese procedimiento insoslayable, pero los más 300.000 nuevos votantes en La Paz y en El Alto es una cifra muy alta (más que los compatriotas inscritos para votar en el exterior), como para mantener la fundada sospecha de que esos compatriotas fueron los que hicieron desparecer de los registros del Censo 2012. Compatriotas, también, fueron presionados, por autoridades, para censarse en provincias: otro elemento que distorsionó los resultados de ese recuento de la población boliviana.
La vocal del TSE, Dina Chiquimia, ha dicho que los nuevos electores, recientemente inscritos, demuestran interés de participar en las elecciones como electores y elegidos. En buena hora que sea así.
Ese interés, sin embargo, confirma que esos bolivianos, a los que se hizo desaparecer del Censo, han reaparecido para inscribirse en el registro electoral biométrico y, por tanto, se espera que voten el 12 de octubre. Esa masiva inscripción de nuevos electores nos confirma que hubo manipulación de datos en un Censo que sigue planteando dudas, lo que no debió ocurrir respecto de esa información de servicio público.
Del cambio de mapas electorales —otra manipulación— debe responder el TSE, organismo ejecutor, cuya acción consideramos que cuando menos es consentida por los gobernantes.
Los más de 1.200.000 nuevos electores y los que hicieron rectificaciones y complementaciones de datos en el registro electoral biométrico son la evidencia, creemos, de la manipulación de los datos del Censo 2012.
Estos dos datos muestran a la vez que los vocales del TSE se cocinan en su propia salsa. No tienen derecho, por tanto, de culpar a otros de sus propias faltas, aunque sus desatinos se deban a instrucciones de los inquilinos del Palacio Quemado.
La Paz, 21 de junio de 2014.
*Periodista