Cultura

El mural inconcluso de Solón Romero y Jorge Mendoza

de nuestra tierra

Jorge Mendoza*

17 abril 2013

Corría el año 1979 y tenía que hacer un proyecto muralístico para la materia de Pintura Mural que dictaba el profesor Solón Romero y así terminar mis estudios de licenciatura en Bellas Artes de la Facultad de Arquitectura y Artes (hoy Facultad de Arquitectura, Artes y Diseño Urbanístico, FAADU), de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en el predio de Obrajes, La Paz-Bolivia. El tema y la génesis artística de este mural inconcluso fueron creciendo orgánicamente y fueron paralelos a los violentos y sangrientos episodios de la Masacre de Todos Santos cometida por los terroristas narco militares golpistas[i]. Los rápidos estudios y bocetos que hice para este mural son basados en sucesos reales de ese entonces cuando aproximadamente fueron asesinadas 100 personas, 140 fueron desaparecidas y 204 fueron heridas[ii] —aunque esos números pueden ser mayores. Esos bocetos los hacía mientras participaba activamente en la resistencia universitaria y del pueblo, y como tal sufrí el escarnio y dolor en carne propia. Entonces tuve que plasmar mi denuncia socio-política de un ciclo de violentos golpes de estado en un muro de 11x6 metros bajo la supervisión del maestro Solón Romero, quien con su experiencia artística me guió durante el proceso de la creación de la obra, de la composición esquemática y posteriormente intervino haciendo sus propias adiciones y como décimos amarró al duende de esta obra de arte con su experiencia.

 Hoy 16 de abril de 2013 soy testigo de otro episodio violento en la historia de la humanidad: dos bombas explotaron ayer en la maratón de Boston, Massachusetts, USA y esto me sensibiliza y me hace recordar que estamos expuestos a una espiral de violencia, que creo que es hasta incontrolable… Digo que así recuerdo las horas que pasaba dibujando, escuchando la radio, leyendo las noticias de esos 15 días traumáticos que me tocó vivir y plasmar esa historia en una obra de arte, un mural que embestí sin miedo y también con poco bagaje de pintura mural.

Figura1: Romero Solón y Mendoza Jorge, El mural inconcluso (Primera versión original), 1979, piroxilina, 11x 8 metros, FAADU, Obrajes, La Paz, Bolivia.

Composición del mural: En primera instancia, los bocetos para el mural los hice en hojas baratas de papel sábana de aproximadamente 1x2 metros en técnicas mixtas (grafito, carboncillo) que luego fueron creciendo para ser después trasladados a un muro del garaje del predio de la FAADU en Obrajes. También hice bocetos en técnicas de litografía, intaglio y técnicas mixtas. Adjunto dos bocetos representativos para este mural: El primero es una litografía de una Familia cargando al hijo difunto, 1979, 25x20 cm. (Fig. 2) y el segundo boceto incluido es de los sanguinarios narco milicos, 1979, 25x20cm. (Fig.3), un intaglio y técnica mixta.

Figura2: Mendoza Jorge, Familia cargando al hijo difunto, 1979, litografía P.A., 200x120 cm, colección del artista.

Figura 3: Mendoza Jorge, Los narcomilicossanguinarios, 1979, intaglio P.E. y técnica mixta, 200 x 120 cm, colección del artista.

En esos momentos solitarios tuve crisis existenciales enfrente a un muro vacío en los que me hacía un sinfín de preguntas relacionadas a mi vida, ante lo que estaba aconteciendo y presenciaba, y qué es lo que debería hacer para continuar viviendo y relatar mis experiencias. Fue entonces que me vino la inspiración de hacer el primer grupo de personas en el lado izquierdo del muro donde dibujé una figura de mujer cargando a un hijo en sus espaldas con el brazo izquierdo levantado diciendo con su actitud: ¡Basta ya de tanto abuso y crímenes a nuestra familia universal! Aquí se presenta a la guerrillera Juana Azurduy (la flor del Alto Perú y Capitana del Sur)[iii]; esta mujer está ante un grupo de otros tres personajes que levantan a una persona muerta: el padre y esposo. Manuel Ascencio Padilla, es ayudado por sus dos hijos. Esa represión al pueblo paceño —sobre todo a los universitarios y a los obreros— la amalgamé con la historia de la Tupac Katari[iv] y de su esposa Bartolina Sisa.[v]

La composición del mural es triangular y circular, cinemática, que se llama “narrativa continua” y fue utilizada por los pintores humanistas del Renacimiento Temprano Italiano —las dos primeras décadas de Siglo XV— especialmente por Masaccio (1401-1429) en El pago del tributo[vi] de la Capilla Brancacci. En este fresco Masaccio cuenta una historia circular empezando en el centro donde el recaudador de impuestos pide a Jesús el tributo[vii], entonces Jesús —quién está con sus discípulos— le dice a Pedro que vaya a pescar y saque una moneda de la boca del pescado. Después se distingue a Pedro en la parte izquierda del fresco, acuclillado en la orilla del mar sacando la moneda del pescado y finalmente en la parte derecha se ve a Pedro entregando la moneda al recaudador de impuestos[viii]. Aquí quiero mencionar que este fresco se atribuye a la colaboración entre los pintores Masaccio y Masolino quienes empezaron la obra en 1425 y luego ese fresco fue concluido por Fra Filippino Lippi[ix]. Esta historia es parecida a la colaboración del maestro Solón Romero conmigo en el mural inconcluso de la carrera de Artes en Obrajes.

Continuando este ensayo debo exponer que para la composición del mural, aparte de estudiar los frescos de Masaccio, también estudié algunos frescos de Andrea Mantegna (1431-1506) para los escorzos[x] de mis figuras y de Paulo Uccello (c. 1396-1475) para aproximarme a los elementos muralísticos de perspectiva lineal[xi] y de perspectiva atmosférica. Todas estas enseñanzas visuales las plasmé de alguna u otra manera en el mural inconcluso de Obrajes. Por supuesto que también estudié la moderna composición y otros novedosos elementos pictóricos del Guernica[xii] (1937) de Pablo Picasso (1881-1976), para inicialmente sólo usar los pigmentos blanco y negro y la gama de grises, como está estructurado el mural inconcluso de la carrera de Artes. Además son varios paralelismos con el Guernica de Picasso: primero que todo, ambos tienen una fuerte declaración política y es por esta razón que él decía: “La pintura no está hecha para decorar las paredes... Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo brutal y oscurantista.”[xiii]; y segundo que el indefenso pueblo fue masacrado por fuerzas militares.

Figura 4: Solón Romero y Jorge Mendoza, Mural Inconcluso (versión actual intervenida), 1979, piroxilina, 11 x 8 metros, FAADU, Obrajes, La Paz, Bolivia. Foto de Mauricio Bayro.

La narrativa descriptiva y circular de la izquierda de este grupo de la izquierda es el ciclo de vida y muerte: empieza con el bebé que está siendo cargado en la espalda de su madre, luego el niño crece y quien está de espaldas con los brazos levantados se transforma en joven, para después convertirse en padre y luego moribundo es cargado por los seres que le amaron ante la vista de la madre que está con actitud de dolor y afrenta ante los sabuesos y las fuerzas destructivas malignas representadas por los milicos. Un grupo de piqueteros universitarios sale de las espaldas del grupo descrito y la lucha tiene como fondo el monobloc simbólico de la UMSA en la Av. Arce… delante de ellos está una tanqueta acompañada por tres milicos quienes representan a Natusch Busch, Banzer, y al coronel Alberto Doria Medina, ¨el mariscal de la muerte¨[xiv], los que guían a sus tropas para masacrar al pueblo.

En las primeras líneas de este ensayo dije que el maestro Solón Romero tuvo una participación activa en la concepción y la gestación de este mural y estuve de acuerdo con todas sus enseñanzas y de sus intervenciones posteriores en el mural (Fig. 4) como ser:

1.La nube de los guerrilleros/montoneros ¨Los leales del Chaco comandados por Manuel Ascencio Padilla[xv], esposo de Juana Azurduy en el que incluimos al poeta luchador Juan Huallparrimachi Mayta quienes se sublevaron ante la Corona Española y la derrotaron el 25 de mayo del 1809.

2.El helicóptero que sobrevuela en el paisaje de La Paz,

3.El pueblo congregado en la plaza de San Francisco,

4.El universitario torturado en la extrema derecha que está colgado de las manos y cada vez que se abría la puerta del garaje el contrapeso subía o bajaba: se incorporó el arte cinético.

 Este mural quedó inconcluso puesto de que tuve que emigrar de mi país y a mi maestro Solón lo detuvieron y encarcelaron los militares. Después de que las aguas se calmaron, el maestro Solón continuó con el mural y agregó excepcionales contribuciones que pueden distinguirse comparando con los bocetos originales que hice para la creación del mural.

A manera de corolario cuento esta historia: Los milicos quisieron destruir este mural puesto que alguien denunció y les avisó de la germinación de este mural y a pesar de que está en una pared muy grande (11 X 8 metros) los obtusos paramilitares no pudieron localizarlo para destruirlo. Esto fue debido a la astucia e ingenio de Ignacia (la secretaria española) y de un grupo de universitarios y trabajadores quienes camuflaron el mural con sábanas y pupitres. Así se salvó esa obra de esa brutal asonada terrorista militaroide en contra de sus propios hermanos y hermanas; padres y madres; hijos e hijas de Bolivia.

Ese mural es parte del patrimonio cultural de Bolivia y como está deteriorándose por varias razones, espero que se lo restaure para recobrar una parte de la memoria de la historia del arte en Bolivia y que no pase al olvido.

Al terminar este ensayo del mural inconcluso comparto el pensamiento de Pablo Picasso cuando dice que ¨el arte es un instrumento de lucha…¨[xvi]

* Jorge Mendoza, pintor boliviano, radicado en Estados Unidos. Su sitio web es www.jormen1.com