Facultad de Arquitectura Artes, Diseño y Urbanismo (FAADU)
17 de agosto es la fecha para este festival
Wendy Pinto
El primer festival, realizado hace 15 años, tuvo como ganador al “perrito” más pequeño de todos. Lo que nadie esperaba es que fuera un ratoncito disfrazado de can.
Jimmy Ledezma Parada, organizador y docente de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Andrés relató que, en el primer concurso, los participantes disfrazaron a sus mascotas con prendas, adornos y otros accesorios.
No obstante, el disfraz que causó más impacto fue el de la mascota de un estudiante, quien, al momento de presentar a su “perrito”, lo sacó del bolsillo de su pantalón. “El primer perrito que ganó fue un ratoncito, un estudiante lo había disfrazado de can”, recordó Ledezma.
El Festican es un festival que se lo realiza con el objeto de celebrar el cumpleaños de los perros por San Roque, 16 de agosto. Asimismo, ese día se presenta a los canes que fueron rescatados de las calles de La Paz y El Alto, para que alguno de ellos sea adoptado por una familia responsable que le brinde amor.
“Muchos han adoptado animalitos en el Festican, pero los condicionamos, para que en el transcurso de los próximos años, los puedan presentar como una garantía de que los están ayudando, cuidando y amando”, indicó el fundador del festival.
La FAADU es la primera facultad que lleva adelante una actividad en favor de los animales, en especial a los perros. Sin embargo, para organizar el festival se necesita de voluntarios —docentes y estudiantes— que realicen distintas tareas a lo largo del año.
Un grupo de voluntarios, rescata a perros abandonados en las calles, mientras el otro grupo se encarga de hacer campañas de concienciación sobre el cuidado de los canes, en distintas plazas de la ciudad. “Con nuestro banner, repartimos folletos y recibimos muy buena respuesta de la gente respecto al cuidado y el trato de los perritos”, dijo el organizador.
El presupuesto que demanda el Festican es de Bs5.000 a Bs7.000, monto que sale de los voluntarios. Algunas veces los estudiantes donan ropa, comida, accesorios para los animales, pero muchas veces es insuficiente.
El docente fundador, tiene en su casa de Alto Obrajes a ocho perritas, de raza chapi, bajo su cuidado, así como en su otra casa, ubicada en la ciudad de El Alto. “Todos los días es un dilema para mi, cuando llego sin nada las perritas ni me mueven la cola, cuando sienten la comida empiezan a dar volteretas, a jugar de alegría. El hambre no espera”, explicó Ledezma (AquíCom).