editorial
Datos y acciones que son públicos convencen de que los gobernantes impulsan la división del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ).
Hilarión Mamani y un grupo de indígenas, de las tierras altas bolivianas, anticiparon una reunión, a la que llamaron congreso de CONAMAQ, y en la que él fue nombrado, fraudulentamente, máximo dirigente de esta organización. Luego, los alzados, intentaron tomar la oficina de CONAMAQ, situada en el barrio Sopocachi de La Paz, intento en el que agredieron a defensores de esa sede sindical. Esos indígenas agresores tienen apoyo político y económico de los gobernantes, datos visibles. Además, publicamos en esta edición una “planilla” sobre la entrega de dinero a disidentes de CONAMAQ para otra reunión, de lo que se deduce que ese apoyo material es frecuente, de los gobernantes, a dirigentes de movimientos sociales.
Cinco mujeres y un hombre, opuestos al grupo de H. Mamani, hasta el momento de escribir esta nota editorial, seguían sin poder salir de ese local de CONAMAQ porque efectivos de la Policía Boliviana se lo impedían.
Asimismo, los nuevos dirigentes de CONAMQ y una parte de los delegados al último congreso de esta instancia trataban de ingresar a su sede, pero policías también lo evitaban.
Entre los gobernantes, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, dijo que los efectivos policiales tenían instrucciones de cerrar el paso a los dirigentes y afiliados de CONAMQ hacia su sede (o para salir de ella) porque debía respetarse un acuerdo, que no fue firmado, pero que fue considerado, con la mediación de miembros de la Defensoría del Pueblo y de la Presidenta de la Asamblea de los Derechos Humanos de La Paz el que, básicamente, debió decir que la ocupación de la sede de la máxima organización de los indígenas del occidente boliviano debía ser resultado de un acuerdo y según la elección de los nuevos líderes, lo que ocurrió en el Congreso de CONAMAQ del 12 y 13 de este mes.
Becerra, ex dirigente de esta organización, recordó que los estatutos de ésta disponen que el Presidente y el Vicepresidente son elegidos por ayllus y/o marcas, según un orden estatutariamente definido y que incluso por eso H. Mamani sólo podría ser ejecutivo máximo de esta instancia indígenas el 2021. Por tanto, según esas normas y las costumbres, H. Mamani no hubiera sido elegido al cargo que ilegal e ilegítimamente pretende ejercer.
Varios dirigentes y organizaciones indígenas del país condenan el intento de toma de los seguidores de H. Mamani de las oficinas de CONAMAQ, rechazan los afanes de los gobernantes destinados a conseguir la división de esta entidad matriz indígena, así como la intervención de los policías, que bloquean el acceso de los legítimos dirigentes indígenas de las tierras altas de Bolivia, a la que es su casa o su sede sindical.
Esos líderes indígenas recuerdan que los gobernantes dividieron la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) con acciones similares a las que estos días se desarrollan en La Paz con el propósito de fragmentar CONAMAQ.
Celso Padilla, máximo dirigente de los guaraníes de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay, denunció que los gobernantes pretenden dividir CONAMAQ, entre otros propósitos, para que los seguidores suyos, entre los indígenas de las tierras altas del país, apoyen al presidente Morales que busca una tercera reelección en contra de lo que dispone la segunda disposición transitoria de la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
Padilla incluso dijo que los indígenas, afectados por la división y/o intento de división de sus organizaciones no votarán por Evo Morales, por lo que se entiende que, con éste, los originarios libran una batalla política electoral. Ésta, por tanto, se suma a la lucha de los indígenas en defensa de su territorio, de sus costumbres como normas y por el autogobierno al que aspiran, sin separación territorial, como señalan las normas bolivianas y convenios internacionales que también son leyes nuestras.
El territorio y la tierra son la base material en la que se fundamenta la disputa entre gobernantes e indígenas de las tierras altas y bajas de Bolivia. Este tema hemos analizado en este espacio editorial en varias ocasiones, pero volveremos a él cuando sea necesario.
No obstante, en esta oportunidad es necesario esclarecer, hasta donde sea posible, el porqué los gobernantes tienen interés evidente en que sus militantes y amigos del MAS se “apropien” de CONAMAQ y de su sede en La Paz.
Las urgencias de los gobernantes, del Presidente-candidato en especial, son de tipo electoral. Requieren de miembros obedientes en el directorio de CONAMAQ para que ésta sea uno de los organismos que realice campaña en favor de su tercera reelección.
Los gobernantes y el Presidente creen (y en esta materia les asiste alguna razón) que si a CONAMAQ la manejan sus incondicionales conseguirían, por ejemplo, que en ayllus y marcas el voto sea definido, por la comunidad, para Morales. Además, como han anticipado y como señala la experiencia, desde CONAMAQ capturada por los oficialistas, éstos tratarían de dificultar y/o impedir que los otros candidatos, en la campaña electoral de 2014, entren al campo y a las comunidades indígenas a realizar campaña electoral, lo que también estaría reñido incluso con la democracia inconclusa vigente entre nosotros.
Una tarea insoslayable de gobernantes y del Presidente, que todavía dicen que en Bolivia transcurre una revolución democrática y cultural, debe ser apoyar y fortalecer la unidad de los indígenas de las tierras altas del país.
Sin embargo, los gobernantes muestran cotidianamente que hacen suya esa vieja consigna: “Divide y reinarás”. Y casi todos los movimientos sociales están divididos porque una instancia orgánica suya tiene su paralela o, como sucede con la COB, que no está dividida orgánicamente, pero una parte de sus miembros, bajo presión o a cambio de dinero, se alinean con los gobernantes. La presión todavía les da resultados favorables a los inquilinos del Palacio Quemado porque éstos aseguran que los dirigentes sindicales que no apoyan, lo que para nosotros son reformas, y al Presidente-candidato, facilitarían los planes de la derecha. En este contexto, el dinero también se utiliza, a manos llenas, para vencer alguna resistencia de líderes sindicales que a veces difunden algunas críticas superficiales a los gobernantes. Cuando a esos dirigentes no los “convencen” con plata, les ofrecen candidaturas, cargos para familiares suyos, becas de estudio para sus hijos y otros.
El Presidente-candidato pretende mostrar dentro y fuera del país que tiene el apoyo electoral y político de todos los movimientos sociales, como señal de que ganará con el 74 por ciento de los votos el año que viene.
Ese porcentaje es una ilusión de Juan Evo Morales Ayma la que, sin embargo, buscan convertir en realidad aunque sea con los votos que compran para su candidatura contraria a la CPE.
Asimismo, la división de CONAMAQ es una decisión de los gobernantes, ante lo que hay necesidad de que sus integrantes redoblen la guardia. Y los que compartimos la verdadera causa del pueblo apoyamos a compañeros que, con derecho, defienden la integridad de sus organizaciones.