El satélite de la luna
Francesco Zaratti*
La Paz, Página Siete, sábado, 12 de septiembre de 2015
Una sola pregunta me hubiese gustado hacerle a la viceministra de Energías Alternativas en un debate televisivo acerca del proyecto de un centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear que se quiere instalar en Mallasilla. Si, como dicen, se trata de un complejo tecnológico dedicado a la salud, la industria y la investigación y no a la tan cacareada generación de energía electronuclear, pregunto: ¿qué tiene que ver el Ministerio de Hidrocarburos y Energía con ese centro?” Nunca tendré la respuesta porque el tal debate se frustró.
Una sola pregunta me gustaría hacerle al presidente de YPFB acerca de la desesperación con la cual se busca atraer, tardía y estérilmente, inversiones en la actividad exploratoria después de tantos anuncios que el viento se llevó: "¿Qué se hizo en los últimos 10 años para incrementar las reservas de gas acorde a los volúmenes extraídos y a los compromisos adquiridos?” Nunca escucharemos la respuesta porque las autoridades de la empresa petrolera estatal están preocupadas por las repercusiones del microaspirado de unos camiones que, curiosamente, ganaban todas las licitaciones para transportar derivados, Dios sabe de qué, entre Argentina y Bolivia.
Sólo una pregunta le haría al presidente del Comité de Lucha contra el Racismo y toda forma de Discriminación, preocupado por el significado metafórico de los colores, usado en el lenguaje por moros y cristianos, pero tildado de discriminatorio por ese órgano inquisitorio cuando lo usan críticos del poder: "¿Qué es más indigno y discriminatorio, decir que alguien tiene una semana ‘de máxima oscuridad debido a la inexistencia de foto recepción por falta total de luz’ (dirían Les Luthiers) u ordenar a un ciudadano boliviano, por más subalterno y cariñoso que sea, que cumpla con el más reciente mandamiento plurinacional, ‘ama-rrar’?”. ¡Silencio monolítico!
Una sola pregunta me encantaría dirigirle a la Interventora del Fondo Indígena, convertido hoy en mala palabra por las andanzas de dirigentes corruptos, pero incondicionales del régimen: "¿Por qué, de todos los millones de dólares desfalcados para mantener la clientela del poder, sólo se persigue, por mucho menos, a los pocos dirigentes que tuvieron la mala suerte de volverse críticos y opositores?” ¡No se escucha, Tatay!
Tengo una sola pregunta que quisiera formular al ministro de Defensa, cuyas dependencias están salpicadas por escándalos de toda índole (narcotráfico, corrupción, empresas ineficientes): "¿Por qué no escucha el llamado el Presidente de apretarse los cinturones y deja de pensar en adquirir material bélico inútil y anacrónico?” ¡Calla y come!
Una sola pregunta pido hacer a los asambleístas que han instituido el aparatoso Día del Peatón con una modalidad que bloquea exageradamente toda la ciudad, pudiendo restringir su aplicación a zonas demarcadas para esa loable actividad: "¿No es, acaso, esa medida una discriminación hacia los ancianos, los impedidos de andar, los enfermos, las familias que desean reunirse, los turistas que llegan al aeropuerto, los que trabajan para ganarse el pan de cada día?” Nunca responderán porque están ocupados en destrozar todos los días del año a la Madre Tierra mediante las tres "c”: carreteras, cocales y contratos petroleros.
En fin, inútilmente haría esas preguntas porque no obtendría respuesta. Al contrario, he escuchado a uno de los máximos responsables del calamitoso estado de la justicia afirmar que al pueblo se le hará una sola pregunta: "¿Está usted de acuerdo con lo que queremos, pensamos y decidimos los populistas iluminados dispuestos a cualquier triquiñuela con tal de quedarnos en el poder?”
¡Y guay que conteste equivocadamente!
*Es físico.