Vamos a andar
Rafael Puente*
Viernes, 12 de septiembre de 2014
Rafael Puente
Cuando salió la primera noticia de que en Santa Cruz se estaba firmando un acuerdo entre el MAS y la ADN, mi primera reacción fue pensar en una broma, o en un infundio malintencionado (incluso me cercioré de que no fuera el Día de Inocentes). Pero ahora la noticia se ha confirmado y hemos visto por televisión al futuro primer senador del MAS por Santa Cruz abrazando a un señor que representaba a la ADN…
No entiendo. ¿Realmente esa sigla ADN significa Acción Democrática Nacionalista, es decir el viejo partido fundado por el dictador Banzer en 1979 para darle una continuidad formalmente democrática a su línea de gobierno fascista? Parece que así nomás es, ya que la otra hipótesis (ADN como Ácido Dexorribo Nucleico) no justificaría dicho abrazo televisado.
Y si es así, ¿alguien me puede explicar qué sentido tiene que el partido que supuestamente expresa el proyecto de revolución democrática y cultural, que debe expresar la soberanía anti-imperialista y que quiere expresar la armonía del Vivir Bien, se dé un abrazo con un partido de origen golpista y antidemocrático, que siempre expresó la más vil sumisión al Imperio del Norte y que en los hechos, desde el Gobierno, sentó las bases del Vivir Mal, sacrificó cientos de vidas humanas y dejó el Estado al borde mismo de la quiebra?
Si el propio Tuto Quiroga se da cuenta de que esa sigla es impresentable —por eso prefirió primero la de Podemos y ahora la triste sigla de la Democracia Cristiana—, ¿alguien me puede explicar cómo puede haber dirigentes del MAS que la revalorizan y se abrazan con ella? ¿Qué nos está pasando, compañeros?
¿Estamos emulando a Jaime Paz Zamora cuando decidió pasar los ríos de sangre que lo separaban del viejo dictador para poder cumplir su sueño de llegar a Presidente de la República? Además, con la diferencia de que Paz Zamora sin semejante traición nunca habría llegado a ser Presidente, mientras que Evo ya lo ha sido por nueve años y ahora tiene asegurada la reelección, sin necesidad de cruzar ningún río… ¿Será que alguien lo puede explicar?
Pero, adicionalmente, no se entiende qué es lo que puede aportar la ADN a la votación del MAS, ¿o alguien cree que sigue siendo algo parecido a un partido de masas? ¿No recuerdan aquella última elección en que —como dijo su candidato vicepresidencial Hoz de Vila— empezaron con la pena de muerte y acabaron muertos de pena?
¿Será que realmente algunos dirigentes y candidatos del MAS se sienten cercanos a Guillermo Fortún o a Fernando Kieffer o a tantos represores banzeristas, algunos hoy sometidos, además, a procesos por corrupción? Realmente no conozco a nadie que entienda los motivos ni los alcances de esa alianza.
Abrazarse a un cadáver me parece de entrada un síntoma negativo, pero abrazarse al cadáver del partido más indeseable de la historia de Bolivia es señal de que el MAS padece un trauma muy grave. ¿Será que puede llegar hasta ahí el ansia de poder, aunque sea de un poquitito más de poder? ¿Y será que es ése el poder al que ahora aspiran algunos compañeros que en su momento realmente impulsaban el proceso de cambio?
De verdad que no lo entiendo, ni conozco a nadie que lo entienda, ¿alguien nos lo puede explicar?
*Miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba.
Abrazarse a un cadáver me parece negativo, pero abrazarse al cadáver del partido más indeseable es señal de que el MAS padece un trauma.