La calma después de la tormenta
Marco D.
La marcha de los indígenas del Tipnis, aunque traten de negarlo las mentalidades asexuadas, se constituye en un verdadero catalizador de las tendencias políticas del país y ha marcado a fuego el porvenir del “gobierno indígena”.
—Esta octava marcha de indígenas de tierras bajas, a diferencia de anteriores, desde su inicio (15 de agosto), ha recibido la simpatía y la expectativa nacional por el descrédito del gobierno profundizado desde el “gasolinazo”, la lucha de los asalariados, de servicios, con la consiguiente superación de ilusiones en el “proceso de cambio” masista y la caída de la imagen deificada de Evo Morales. Con todas sus contradicciones y distorsiones que realizan los oenegeros (ecologistas y humanistas), la marcha planteó en los hechos, la verdadera esencia de la AUTODETERMINACIÓN, entendida como el derecho de las naciones originarias a decidir en las formas, normas y organizaciones propias sobre su tierra, territorio y costumbres, chocando con la trampa y falacia del Estado Plurinacional, que no deja de ser un Estado subordinador, colonial y opresor que impone los designios del imperialismo transnacional y un Evo que no pasa de ser un felipillo intérprete de esos intereses. Así mismo ha abierto la perspectiva de una real alianza de toda la nación oprimida y explotada por el imperialismo bajo una perspectiva revolucionaria antiimperialista y anticapitalista.
—Las torpezas del gobierno, particularmente la represión policial brutal en Yucumo, acentuaron el malestar y la condena generalizada, lo cual se tradujo en sismo político en el gobierno con renuncias de ministros, diputados, mayor división en los sectores masistas, su imagen internacional se depaupera, se genera malestar en la propia tropa policial por la actitud cobarde del Presidente (Capitán General) que como Pilatos se lava las manos buscando cabezas de turco, estableciendo investigaciones y destituyendo al Subcomandante Nacional de la Policía. Las concentraciones multitudinarias del 12 de octubre en apoyo al gobierno fueron gracias al poder económico del aparato estatal, la estructura de dirigentes burócratas que amenazaron con multas y sanciones y una serie de prebendas gubernamentales, no fue una expresión de adhesión militante ideológica, aunque le sirve a Evo para decir que todavía cuenta con apoyo mayoritario y su elección de magistrados será un éxito, lo cual se desmiente por el mayoritario voto nulo-blanco en las urnas, histórico e inédito.
—El recibimiento multitudinario y apoteósico de los indígenas que pese a la represión brutal retoman su marcha para llegar triunfantes a La Paz, a diferencia de la concentración obligada del MAS, es espontánea, radical y emotiva. El momento evidencia cómo se desborda la tensión expectante de todo el país, cada marchista es visto como un héroe, cordones humanos inmensos los resguardan con júbilo y hasta sobreprotección. ¡EL TIPNIS SOMOS TODOS! ¡BIENVENIDOS HERMANOS! rezan carteles. La impotencia del gobierno se siente, la posibilidad de que el gobierno recurra al estado de sitio para descabezar la movilización se descarta, el gobierno está políticamente derrotado, a Evo no le queda otra que retroceder y anunciar ante los indígenas su desistimiento de atravesar con la carretera el corazón del TIPNIS, además de solucionar los otros 15 puntos demandados.
—Después de la tormenta viene una especie de tensa calma que sirve para que los combatientes sociales asimilen lo sucedido. Las últimas movilizaciones tienen un trasfondo político de rebelión contra el MAS y las transnacionales, marcan un proceso de acumulación de luchas sociales que aunque sea un sector el directamente afectado no deja de tener expectativa y apoyo nacional, todo conflicto termina cuestionando las limitaciones gubernamentales y del Estado burgués, termina un conflicto y ya se siente venir otro, es una etapa de afianzamiento de fuerzas y unidad de los combatientes que abren la posibilidad de ingresar a una etapa francamente revolucionaria, pero no sin antes ajustar cuentas con dirigentes vendidos.
—La derecha tradicional y renegados masistas, chocan al tratar de sacar provecho político porque las mayorías de explotados y oprimidos no quieren volver atrás, unos patinan en mantenerse con Evo, los más creen que cualquiera lo hará mejor. Además están claramente identificados como oportunistas, aunque la prensa dominante los amplifique y les dé toda la cobertura.
—La perspectiva revolucionaria comienza a tomar cuerpo entre los combatientes con quienes se comienza a debatir la necesidad de los Órganos de Poder, la Asamblea Popular del 71 aparece como la experiencia histórica vivida más clara, aunque en la experiencia también está la Coordinadora del Agua del 2000 en Cochabamba o el papel que cumplió la COR de El Alto del 2003 al 2005. Hay que impulsar la alianza de obreros campesinos y clases medias empobrecidas de las ciudades, NO PARA CAMBIAR A LOS OPERADORES DEL ESTADO BURGUÉS sino para cambiar el sistema económico social, el capitalismo por el socialismo, eso es una verdadera revolución social que sólo el proletariado a la cabeza de toda la nación oprimida por el imperialismo lo volverá realidad y las condiciones están dadas, falta fortalecer al partido de la revolución que es el P.O.R.