De sábado a sábado 388
(Últimas mentiras electorales de los masistas)
Remberto Cárdenas Morales*
En las últimas semanas los masistas, incluidos Evo y Álvaro, lanzaron mentiras con miras electorales que reproducimos:
—Evo es un enviado de Dios, ha dicho el actual gobernador de Chuquisaca Estéban Urquizu. El arzobispo de Sucre, Jesús Juárez, respondió que personalmente aconsejaba que aquel dicho se lo evite porque le hace daño al presidente Morales. Y esa mentira, además, se la propaga en tiempos de Cuaresma.
—El Vicepresidente señaló que si Evo Morales perdía las elecciones, en octubre, los neoliberales les iban a quitar a la gente lo que habían conseguido en los 13 últimos años. En las campañas electorales de la UDP, en una zona de ganaderos (Vallegrande), militantes banzeristas difundían que los udepistas sólo iban a consentir que cada campesino tenga cinco cabezas de ganado, con lo que infundían miedo.
—El ministro César Cocarico, entre los cocaleros del norte paceño, afirmó que si Mesa gana las elecciones, en octubre de este año, los productores iban a perder sus cocales. Eso no ha ocurrido ni cuando por imposición de los yanquis los gobernantes bolivianos de entonces planteaban: coca cero.
—El exministro de Gobierno, Hugo Moldíz, por la red Erbol, afirmó que las encuestas que divulga el diario paceño Página Siete ocultan las reales preferencias electorales y que el apoyo electoral a Evo Morales va por el 45 por ciento, porcentaje distante del 70 por ciento de respaldo con el que sueña el Presidente; pero el dato que aquel vocero difundió no apoyó sino en lo dicho por un analista: aserto que parece está destinado a reafirmar a los electores del masismo y a que estén seguros de la victoria. Sin embargo, ese dato sería sobre todo para encubrir el fraude con el que los masistas esperan ganar la consulta electoral citada.
—Evo Morales, en una reacción contradictoria, ha repetido algo que le dio buenos resultados electorales en otro momento: que senadores de Estados Unidos son jefes de su campaña electoral. No obstante, en el mismo discurso denunció la intromisión yanqui en asuntos internos que los bolivianos tenemos que resolver.
—Álvaro García, horas antes, señaló que la resolución del Senado de EE.UU. les servía electoralmente porque, entre otras cosas, aquéllos son tontos. Los bolivianos que tenemos columna vertebral no tenemos que admitir intromisión estadounidenses en nuestra patria. (Bolivia libre sí, colonia yanqui no).
—El ministro Luis Arce Catacora, como quien dice sólo la verdad y nada más que la verdad, habló de que con Bs100 se compran, en el mercado, los víveres para que viva una semana una familia boliviana. Quizá la intención de aquel funcionario público, al que definen como cajero, es mostrar que es baratísima la existencia humana en Bolivia, como una de las virtudes del denominado proceso de cambios. Ésa es una nuestra, además, de que la propaganda política tiene mucho de mentirosa.
—El pedido de aumento —mejor decir reposición del poder de compra de los salarios—, será atendido en consulta de los intereses de los asalariados y de las posibilidades de la economía del país, y que para nada influirá la campaña electoral, anotó un vocero del Ministerio de Trabajo. Hay oficialistas, con escasa imaginación, que nos creen babosos.
Desde hace tiempo estamos convencidos de que cuando se acentúa la lucha de clases —y las elecciones son una manifestación de aquélla— se mata a la verdad o se lo intenta.
*Periodista