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¿Humildad del Presidente?

Del dicho al hecho hay mucho trecho

Redacción de Aquí

“Por sus actos los conoceréis”, dice un proverbio antiguo cuyo mensaje es poner en alerta al ciudadano común para que no se confíe en la apariencia del que tiene delante, en sus vestiduras, en sus palabras bonitas, en sus discursos, sino que ponga atención en sus acciones.

Hace unos días se ha divulgado un video donde se ve el presidente Juan Evo Morales Ayma que, antes de entrar a un acto en un coliseo, mientras saluda a un correligionario que le alerta de que tiene desamarrados el cordón de su zapato, el primer mandatario hace una seña a su acompañante con los ojos y con su mano para que le ate mientras sigue conversando.[1]

Desde luego que la acción del primer mandatario causó críticas de muchas personas y, sobre todo, de la oposición al partido gobernante, la que calificó de vergonzosa, humillante, discriminatoria, colonialista, propia de un monarca del Medioevo; pero lo que más sorprendió son las justificaciones a ese hecho.

Uno de los voceros más vehementes, el senador del MAS Arturo Borda, manifestó que el primer mandatario “es una persona humilde” que se levanta a trabajar todos los días desde las 4 de madrugada y puso en duda el mencionado video, al que desmitió luego el mismo Presidente: “No doy credibilidad a los que se publica en Facebook, ni siquiera existe el autor de quien publica y se escuda en anónimos y el vídeo podría haber sido sujeto a modificaciones”; pero también se aventuró a sugerir normas para el uso de las llamadas redes sociales: "Se publicitan mucha cosas: insultos, discriminación y otras cosas, y hay que regular. Así como se garantiza la libertad de prensa y libertad de opinión, creo que también tienen ciertos límites cuando afecta el intereses de terceros"

La senadora del MAS Nélida Sifuentes, también salió en defensa: "Algunos quierenhacer ver a nuestro Presidente como si no fuera humilde, por tanto, el video que está circulando es simplemente para dañar la imagen del Presidente", señaló.

La oposición criticó la actitud del Presidente. El diputado opositor de Unidad Demócrata (UD), Bernard Gutiérrez, dijo: “…el Presidente ha perdido su conexión con la realidad, su cable a tierra; es un presidente que asume que es un ser superior a todos los demás bolivianos. Este tipo de conductas refleja el divorcio que tiene con la realidad. Es un hombre que cree que lo puede todo, y así como se hace amarrar los zapatos o cambiarlos, aquí, a la Asamblea Legislativa le quiere decir ‘ahora modifíquenme la Constitución porque quiero quedarme mucho más tiempo’ y probablemente de por vida en el poder.”  El diputado Arturo Murillo, también de UD,  señaló que el Presidente al mandar a que un miembro de su seguridad le ate el cordón de su zapato realizó “un acto de humillación a un ser humano (...) El Presidente cree que es un ser supremo que puede hacer lo que le dé la gana, sus asesores deben decirle que no puede pisotear a la gente. Si se lo eligió Presidente “no es para que humille el pueblo” y lo que hizo es un signo de soberbia, concluyó Murillo.

Pero fue el mismo presidente Morales que dedicó media hora de una conferencia de prensa para explicar que el suceso —nosotros decimos propio de un señor feudal de tiempos del pongueaje[2]—, sucedió sin que él se diera cuenta, que jamás ordenó a su guardia que le atara su zapato, que si lo hizo fue por cariño. “Yo no le dicho que me amarre (los cordones del zapato), ni nada. Yo quería amarrarme, pero la gente estaba saludando (…) primera vez que ha pasado eso. Estaba saludando y de golpe vi que mi calzado estaba desamarrado. Pero estaba saludando y de inmediato apareció amarrándome… Ese día tenía tres actos”, acotó. Antes el mismo Morales sugirió que aquel video era montado.

“¿Qué culpa tengo de que algunos oficiales sean solidarios o son muy atentos y por respeto y cariño ayudan a su Presidente?”, preguntó el primer mandatario a los periodistas. Confesó que desde que llegó a la Presidencia “construyó una gran amistad” con su equipo de seguridad, llegando a compartir momentos íntimos de convivencia y de “mucha confianza”. Afirmó que siempre estimula un trato igualitario entre ellos y a que se organicen para compartir sin discriminación comida, cervezas y fiestas, sin afectar la disciplina de la seguridad. “Son compañeros, una gran familia. Saben ellos.” También relató que los miembros de su seguridad le limpian la mixtura (confeti) que le echa la gente en los actos y que en las noches, después de hacer ejercicios, le secan el sudor de su espalda. “Hemos construido una gran amistad” e incluso su personal de seguridad, en distintas ocasiones son sus asesores de imagen, afirmó Morales; por ejemplo, contó, un día en el ajetreo olvidó cerrarse la bragueta del pantalón y fue alertado por uno de sus oficiales.

El Presidente acusó a la oposición de usar ese video para desprestigiarlo: “Que hagan política con  propuestas”, demandó, al mismo tiempo que dijo no entender cómo la oposición puede hacer un "escándalo" de eso si en otros gobiernos se usaban soldados para hacer limpiar sus casas.

En esa misma línea declaró el presidente del Senado, José Alberto Gonzales, del partido gobernante: “Lamento que habiendo temas importantes y trascendentales para el país estemos en nimiedades de este tipo. Es curioso que no pregunten o consideren el paso histórico que dio Bolivia para industrializar los recursos naturales. ¿De qué humildad hablan? Son interpretaciones que buscan distraer a la gente”.

Pero hay que recordar que no es la primera vez que el Presidente atenta contra la dignidad de las personas. Según una fotografía que circuló recientemente, se ve al Presidente haciéndose calzar con otro miembro de su seguridad en un camarín, posiblemente antes de jugar un partido de fútbol[3].

El domingo 3 de octubre del 2010, en un partido de fútbol, entre el equipo presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS) y el de la Alcaldía paceña del Movimiento sin Miedo (MSM), tras un roce futbolístico entre el Presidente y el jugador del equipo municipal Daniel Cartagena, cuando la pelota estaba en juego en otro lado de la cancha, el Primer Mandatario se acercó a Cartagena y descargó un rodillazo en los genitales de este último.[4]

La explicación que dio entonces el Presidente, en una conferencia de prensa, fue que el rodillazo no fue por el “planchazo” que recibió de Cartagena, sino por los insultos, además señaló que la agresión de su contrincante fue sin balón; sin embargo, los reportes dicen lo contrario: “Yo no estaba con la pelota, era mi segundo toque a la pelota. Sin balón vino el planchazo, un planchazo que me sorprendió, quedó el sello de los toperoles” en la piel, explicó. Pero las imágenes de televisión muestran que la falta fue cometida con balón.[5] Tras ese hecho bochornoso, quien fue expulsado del juego fue Cartagena…

Pero el Presidente agresor fuera de juego, continuo días después amenazando a sus futuros contendores futbolísticos. En ocasión de otro partido que se jugaría en Tiraque (Cochabamba) “Tengo que ir a Cochabamba para el aniversario de la población de Tiraque, ahí vamos a entrar a un coliseo para después del acto jugar un partido del cual espero que esta vez no haya rodillazo, si no hay provocaciones no va a haber (rodillazo)”, fueron las palabras del primer mandatario en el seminario taller para servidores públicos sobre la aplicación de la Ley de Lucha Contra la Corrupción “Marcelo Quiroga Santa Cruz”.[6]

Estos sucesos provocan varias preguntas que el lector es libre de contestar: ¿Es realmente humilde el Presidente, como dice él mismo y sus partidarios? ¿Dice el Presidente la verdad de los hechos sucedidos o, dicho de otra forma, aplica uno de los mandatos prehispánicos que está inscrito actualmente en nuestra Constitución Política del Estado: No seas mentiroso (Ama llulla)?